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Carta al presidente de Mexico

Texto de Miguel Pulido, Director Ejecutivo de Fundar, Centro de Análisis e Investigación: 
Sr. Presidente,


Tengo malas noticias para Usted: el “Mexican moment” está en Iguala y no en sus reformas estructurales. También debería saber que Iguala es más que un municipio en Guerrero y que el “Mexican Moment” no es ahora. Iguala es el reflejo del estado de cosas en el país y esto es resultado de un largo proceso de descomposición en diferentes campos de la sociedad mexicana y sus instituciones.
¿Por qué es importante aclarar esto? Usted sabe bien que hace dos años los medios de algunos países desarrollados comenzaron a divulgar la idea de que Usted era un gran reformista y que contaba con el liderazgo necesario para mover a México (lo que sea eso signifique). En el fervor por usar palabras simples para describir asuntos sumamente complejos, algunos fueron al extremo de decir que Usted estaba salvando a México (“Saving Mexico”). Después, Usted publicó un artículo en el diario británico Financial Times argumentando que la agenda de reformas en México está completa gracias a 11 reformas estructurales y que con ellas se busca que México sea más abierto, productivo y competitivo para brindar mejores condiciones de vida a las personas.
Diversos asuntos llaman mi atención de todo esto. En primer término, en su artículo no mencionó 2 de las 3 reformas que tanto Usted como su partido político se comprometieron a aprobar antes de diciembre de 2012. Cuando las anunciaron las llamaron con mucha euforia las reformas de una Presidencia Democrática. Dado que para su gobierno dos de ellas están en el olvido, le recuerdo cuáles fueron: la creación de una comisión nacional anticorrupción; y la creación de un órgano ciudadano que regule el gasto en publicidad oficial. 
Considero ocioso citarle cifras y estadísticas sobre la preocupación social que la corrupción genera. Es un tema que no requiere mayor desarrollo para justificar su importancia; sus costos (humanos, sociales y económicos) la hacen un problema estructural. Sin embargo, y a pesar de la trascencia del tema, su gobierno no sólo envió al Congreso una iniciativa con una deficiencia técnica extraordinaria, sino que su partido en el Congreso mantiene el tema congelado. Para colmo, hace unos meses le preguntaron en televisión nacional acerca de la corrupción en México y respondió que era un asunto cultural. Eso es demasiado Señor Presidente. Cuando es cuestionado sobre el problema más crítico que enfrentan nuestra sociedad, instituciones y el servicio público su respuesta puede ser resumida en 3 palabras: simplemente se desrresponsabiliza.
Respecto al tema de publicidad oficial, me permito compartirle algunos datos y hechos. A pesar de que la Constitución lo prohíbe expresamente en su artículo 134, Usted ha aparecido en propaganda personalizada en diversos medios de comunicación. Su gobierno, además, solicitó al Congreso casi 5,000 millones de pesos para gastar este año en publicidad oficial. ¿Sabía Usted que con ese dinero alcanzaría para dar leche a diario a 30 millones de niños mexicanos durante el mismo periodo? ¿Puede Usted imaginar que ese dinero es equivalente al presupuesto del Programa de Apoyo Alimentario, con lo que podrían comer durante un año casi 1 millón de familias? Creo que este es un ejemplo claro que demuestra lo poco que Usted se preocupa por respetar el marco legal y cómo no se molesta en abusar del presupuesto público por razones personales. En este tema, al parecer, es mejor no tener ninguna expectativa de reforma.
En su columna tampoco pudo decir nada sobre la reforma al campo. Casi 18 meses después de que se anunciara lo que llamó la Reforma Profunda, sólo ha habido cambios cosméticos. Pero sepa que en este país los pequeños productores aportan el 40% de los alimentos, generan el 74 % del empleo formal rural y lo hacen prácticamente sin apoyo. Los problemas del sector han sido señalados como graves por las más diversas instituciones (FAO, Banco Mundial, BID, Coneval, ASF, Colmex, Fundar, UAM, CIDE). La evidencia muestra que el gasto en el sector no sólo no nos hace más competitivos, nos hace un país injusto y desigual. Pero, en el año internacional de la agricultura familiar, en un país en el que el 70% de los 4 millones de productores tienen predios iguales o menores a 5 hectáreas, su gobierno simplemente no pudo rediseñar radicalmente los programas para apoyar a quienes más los necesitan. Señor Presidente, cuando las reformas implican la reasignación del presupuesto afectando a una élite corrupta (en este caso de agroindustriales) su gobierno se queda estático.
En su artículo refiere que México es el país que menos recaudación fiscal tiene en comparación con el resto de países de la OCDE. Pero resulta que nuestro país también tiene críticas desigualdades y muchas contradicciones. Por ejemplo, según el mismo organismo los sueldos de los altos funcionarios son tres veces más dispares en México que el promedio de la OCDE. Una sociedad más justa empieza por tener gobiernos que sean más profesionales y republicanos y menos una casta de privilegiados. Pero ese tema, de profunda transformación democrática, no le ha merecido a su gobierno ningún intento de reforma.
Y ahora tenemos esta crisis de seguridad ciudadana que su gobierno trató de cambiar simplemente con una nueva narrativa. Pero este no es un asunto que se resuelve con juegos de palabras. Dependiendo la fuente, las estadísticas muestran que durante los primeros dos años de su gobierno hubo entre 14,000 y 27,000 personas desaparecidas. Según las estadísticas oficiales hay 26.1 personas muertas con arma de fuego al día. Los secuestros están en tasas históricamente altas, en algunos periodos alcanzando hasta 5.6 por día en promedio (y nuevamente estoy usando datos oficiales). No, Señor Presidente, esta crisis no inició durante su gobierno. Pero es verdad que tanto su gobierno como Usted, atendiendo el supuesto liderazgo que tiene, nunca pensaron en cambiar la forma en la que estamos enfrentando la violencia.
No me malinterprete. No soy tan inocente como para pensar que Usted solo podría resolver este problema. Sin embargo, estoy sugiriendo que México está en extrema necesidad de una profunda reforma en tres rubros: corrupción; violencia; y crimen organizado. Estas reformas significarían sacrificar a una buena parte de la élite política, cambiar nuestro modelo político-electoral basado en el dinero (incluso cuando su fuente es ilegal), también significaría un punto de quiebre en las alianzas que tiene con los poderes de facto y un reconocimiento público de todos los partidos políticos de que ninguno es inocente en esta crisis. Pero parece que Usted, Señor Presidente, carece de autoridad moral y visión para liderar esas reformas.
Pero lo crítico no está sólo en las reformas pendientes, sino en el sentido que decide darle a las que han sido aprobadas. Le pongo un ejemplo, recientemente en una declaración pública a inversores extranjeros, su Ministro de Finanzas dijo que la más reciente reforma policial busca proteger las nuevas inversiones en la industria extractiva. Lo que pasó en Iguala sintetiza el problema de su modelo. Para Usted, la policía está para proteger el mercado y las actividades económicas, y no para asegurar la vida e integridad de las personas.
Y quizá de ahí derive nuestra debilidad institucional, porque espero esté consciente de la dimensión del problema. Hablando nuevamente de Iguala, ahora sabemos con certeza que las policías de dos municipios estaban vinculadas a los cárteles de drogas. Hay casi medio centenar de fosas clandestinas con similar número de cuerpos. ¿Cómo es posible que nadie en la Procuraduría General de la República o en el Centro de Seguridad Nacional supiera algo sobre esto? El siguiente punto es crítico Señor Presidente: el alcalde de Iguala era parte del crimen organizado, sin embargo, los servicios militares y civiles de inteligencia que deben guardar su integridad y seguridad lo dejaron a Usted y a miembros de su gabinete aparecer públicamente junto a él. ¿Puede ahora Usted imaginar la fragilidad que esta idea significa para el resto de los mexicanos?
Tengo una hipótesis que quiero compartir con Usted, Señor Presidente. Probablemente este otro “Mexican Moment” sucede también debido a que Usted decidió invertir todo su capital político (el que tuviera) en conseguir más buenas notas macroeconómicas e indicadores de “modernización” en perjuicio de avanzar a una profunda transformación pública. La población en México es mucho más que consumidores, fuerza laboral o personas que requieren empleos. Primero y más importante, somos seres humanos y ciudadanos con derechos, que reclamamos justicia y merecemos gobiernos honestos que recuperen el valor de la vida humana. Quiero dejar este punto perfectamente claro, así que permítame ser tan cínico como sus colaboradores: las personas muertas no pueden trabajar o comprar. Los gobiernos corruptos no pueden gobernar.
Pues bien, estos son sólo unos ejemplos para ilustrar qué tan complicados se han vuelto todos los temas en México. Hay muchos más de los cuales hablar. Así que le ruego encarecidamente que cuando escriba sobre las reformas en México y utilice las palabras “nuestras” y “completa”, aclare que eso sólo da cuenta de sus alianzas políticas y del grupo que lo rodea y no de todo lo que el país necesita y lo que muchos mexicanos queremos. Nuestras reformas o eran diferentes o todavía no llegan. Nuestro momento, apenas empieza.

Somos ciudadanos con derechos, que reclamamos justicia y merecemos gobiernos honestos que recuperen el valor de la vida humana, escribe el Director Ejecutivo de Fundar.

La llama de la indignación, México.


La llama de la indignación
Andreas Schedler

PROFESOR-INVESTIGADOR DEL CENTRO E INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA ECONÓMICAS

Hasta finales de septiembre, México estaba bailando alegremente sobre una catacumba de unos 95 mil muertos y 25 mil desaparecidos a manos del crimen organizado. Ahora, con el secuestro y asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, se interrumpió la música, se paró el baile. Hemos visto algo enteramente nuevo: una ola de solidaridad que sacude el país, con discusiones públicas y conversaciones privadas sin precedentes, con marchas y huelgas estudiantiles en todo el país.

El país llevaba bailando un buen rato. Desde la inauguración oficial de la democracia en el año 2000, México se encuentra inmerso en una guerra civil sin querer reconocerlo. Las guerras civiles, como las define la ciencia política contemporánea, son enfrentamientos entre grupos armados dentro de un Estado que causan más de mil muertes al año. México lleva superando este umbral desde el primer año de la democracia.

Emocionalmente, la política, los medios y los ciudadanos mexicanos han logrado mantener la violencia a distancia al pensarla como “narcoviolencia” o “narcoguerra”, en la que cárteles luchan contra cárteles, narcos contra narcos, malos contra malos.

Concebir la violencia de esta forma inhibe la solidaridad ciudadana de muchas maneras. Hace invisible la violencia predatoria que los grupos criminales cometen contra la población civil y la violencia ilegal que el Estado comete contra cualquiera. Además, crea una división tajante entre ciudadanos y víctimas. Como la “guerra de las drogas” es una guerra entre criminales, se infiere que sus perpetradores son criminales, pero sus víctimas también. Son víctimas culpables, víctimas voluntarias. El lenguaje cotidiano lo expresa de muchas formas: “se lo buscaron”, “se metieron en malos pasos”, “anduvieron con los malandros”, algo debían”, “algo habrán hecho”…

No hay tierra más fértil para la indiferencia que la idea de las víctimas culpables. La indiferencia hacia las víctimas ha tenido una expresión institucional muy clara: la impunidad. Los homicidios atribuidos al crimen organizado se contabilizan, pero no se persiguen. El porcentaje de “narcoejecuciones” que lleva a condenas judiciales firmes es cercano a cero. En los hechos, el Estado mexicano ha consentido la privatización de la pena de muerte.

La indiferencia estructural hacia las víctimas cotidianas de la “narcoviolencia” también se ha visto en la opinión pública. A finales del año pasado, la Encuesta Nacional de Violencia Organizada elaboró un mapa amplio de actitudes ciudadanas hacia la narcoviolencia. Encontró una ciudadanía que vivía la guerra como lejana y deseaba mantenerla así. Ante una guerra anónima, cuyas víctimas no tenían cara ni historia, únicamente el 10 por ciento de los ciudadanos se acordaba del nombre de “alguna persona asesinada o desaparecida por el crimen organizado”. Sólo el 17 por ciento podía evocar algún caso de asesinato o desaparición que le hubiera “conmovido en particular”. La gran mayoría compartía la apuesta por el silencio del gobierno de Peña Nieto. El 60 por ciento decía que hablaba “nada” o “poco” de la narcoviolencia en su vida privada. El 62 por ciento estaba de acuerdo con la idea de que “hay muchas cosas buenas en México”, por lo que “deberíamos dejar de hablar tanto de la violencia” (los datos y reportes de la encuesta están disponibles enhttp://biiacs.cide.edu).

Los hechos atroces de Iguala han permitido que la opinión pública mexicana diera el salto, largamente esperado, de la negación a la indignación. Por fin, se prendió la llama de la solidaridad ciudadana. Esto fue posible gracias a la capacidad de movilización de los estudiantes de Ayotzinapa. Pero aún más importante, fue posible porque se descarriló la narrativa cómoda de una guerra entre criminales. Dos hallazgos irritantes, la inocencia transparente de las víctimas y la responsabilidad transparente del Estado, rompieron la indiferencia pública hacia víctimas y victimarios.

¿AHORA QUÉ SIGUE?

La llama de la indignación es débil. Lo más probable es que las preocupaciones de la vida cotidiana la terminen sofocando en muy poco tiempo. En estos días, muchas voces hablan de un momento de crisis y ruptura. ¿Pero cómo lograr que la solidaridad ciudadana no se disipe rápidamente? ¿Cómo lograr que esta nueva matanza estudiantil no sea un episodio más en la guerra civil mexicana? ¿Cómo lograr que la movilización estudiantil se siga ampliando y lleve a una dinámica transformadora? ¿Cómo convertirla en el inicio de una verdadera construcción de un Estado de derecho en México?

Antes que nada, la solidaridad ciudadana tendrá que ampliarse a todas las víctimas, incluyendo las sospechosas. La movilización actual se ha nutrido de la imagen de víctimas inocentes, de estudiantes pobres que no querían hacer otra cosa que aprender y enseñar y que fueron víctimas de una represión política atroz e irracional. De manera implícita, han quedado de lado las víctimas sospechosas de todos los días. Durante todas las semanas de movilización, ha seguido el goteo cotidiano de “narcoejecuciones”, como los registra, por ejemplo, el Blog Menos Días Aquí (http://menosdiasaqui.blogspot.mx). Naturalmente, salvo algunas excepciones, no han sido objetos de preocupación pública. Si el movimiento de Ayotzinapa quiere convertirse en motor de cambios institucionales, debe extender su solidaridad a todas las víctimas del crimen organizado, aunque sean sospechosas de pertenecer ellas mismas al crimen organizado.

Luego, la construcción del Estado de derecho no es un problema administrativo, sino un proyecto político. En un Estado democrático de derecho, el derecho no es un instrumento de dominación de los poderosos, sino un instrumento de protección de los débiles. Cualquier cambio, sea constitucional, legal o burocrático, es ilusorio mientras no conlleve transformaciones estructurales de poder. ¿A quiénes habría que “empoderar” de manera radical y sistemática? ¿Quiénes son los más débiles y los más interesados en transformar el sistema? Las víctimas. ¿Cómo se podría aumentar su capacidad de defensa de manera significativa? Dos iniciativas concretas podrían detonar la movilización de recursos hacia los movimientos civiles de víctimas: un fondo para la canalización de recursos financieros y una red para la canalización de la participación ciudadana.

Infraestructura de financiamiento: propongo la creación de un fondo fiduciario que canalice recursos públicos y privados hacia las asociaciones cívicas de víctimas (no hacia víctimas individuales). Este Fondo Mexicano para la Justicia podría estar administrado por un organismo internacional, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Recibiría donaciones privadas nacionales e internacionales. Sin embargo, siguiendo ejemplos internacionales, debería financiarse primeramente con el dinero, todo el dinero, que el Estado recaude con la subasta de bienes incautados a las organizaciones criminales. De esta manera, las victorias de la justicia alimentarían la lucha por la justicia.

Infraestructura de participación: propongo el desarrollo de una plataforma virtual de participación, una mezcla de página web y red social que vincule a los ciudadanos con los movimientos de víctimas. La solidaridad ciudadana necesita canales de expresión. Si los ciudadanos no encuentran vías concretas de acción, su simpatía hacia las víctimas y su indignación hacia los victimarios se disipan. Páginas de internet como meetup.com permiten que vecinos con propósitos comunes se encuentren. La Red Mexicana para la Justicia facilitaría la formación de movimientos locales de víctimas, la coordinación entre las asociaciones existentes y también su comunicación con la ciudadanía. De manera crucial, permitiría que todos los ciudadanos solidarios pudieran ofrecerles a las asociaciones de víctimas sus talentos personales, sea como abogados, panaderos, psicoterapeutas, taxistas, programadores, músicos, diseñadores gráficos… o simplemente como gente común que quiere prestar su voz e inteligencia a la causa de las víctimas.

Tanto en lo político como en lo técnico, ambas iniciativas demandan un diseño cuidadoso. Tienen que ser incluyentes, profesionales y transparentes. Requieren de ciertos consensos políticos, sobre todo entre actores de la sociedad civil. Ninguna de las dos es fácil, aunque ambas son eminentemente viables. Ambas pueden ser iniciadas desde el centro, pero tienen el potencial de crear efectos multiplicadores en todos los rincones del país. Su potencial transformador no depende de una burocracia racional que sabemos que no existe en México. No depende tampoco de la voluntad política de las élites, que dudamos que exista. Depende enteramente de la indignación moral, del coraje y de la inteligencia colectiva de víctimas y ciudadanos solidarios. Hasta ahora, las élites políticas mexicanas han fracasado en sus (débiles) intentos de construir el Estado de derecho desde arriba. Si no ampliamos la infraestructura financiera y participativa para que una sociedad civil fuerte y contestataria vigile y desafíe el Estado desde abajo, seguirán fracasando.

Después de Peña. John M. Ackerman

Si México tuviera un régimen parlamentario, Enrique Peña Nieto no regresaría de China. La comprobada ineptitud de su gobierno, así como la enorme desconfianza social en su persona a raíz de la masacre de Iguala obligaría al parlamento a emitir una conmoción de censura para destituirlo a él y a todo su gabinete, así como llamar a nuevas elecciones federales. Con motivo de faltas mucho menores a las del actual presidente mexicano, el primer gobierno de Stephen Harper, en Canadá, fue disuelto en 2011 y los mandatos de Gerhard Schroeder, en Alemania, y de Romano Prodi, en Italia, fueron recortados en 2005 y 2008. En un sistema democrático, simplemente no tiene sentido que el titular del gobierno federal se mantenga en su puesto si no cuenta con el apoyo de la población, ya que ello genera una situación de extrema ingobernabilidad.

En los sistemas presidenciales como el mexicano, el procedimiento para el relevo anticipado del titular del Poder Ejecutivo es más complicado, pero no por ello menos necesario. En 1992, a raíz de graves acusaciones de corrupción en su contra, Fernando Collor de Mello renunció como presidente de Brasil. En 1997, el Congreso Nacional de Ecuador destituyó a Abdalá Bucaram por su demostrada incapacidad mental. En 2001, Fernando de la Rúa abandonó su cargo de presidente de Argentina en medio de una importante crisis económica y social. Los incompetentes presidentes bolivianos Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa también fueron obligados a renunciar en 2003 y 2005. Y en 2000, después de meses de protestas contra la corrupción de su gobierno, Alberto Fujimori renunció a la presidencia de Perú durante un viaje a Japón. Peña haría un gran favor a la patria si siguiera el ejemplo de Fujimori ahora durante su propio viaje a Asia.

Si la masacre de Iguala fue la gota de derramó el vaso de la indignación ciudadana, la conferencia de prensa de Jesús Murillo Karam el viernes pasado fue el colmo del cinismo gubernamental. Para empezar, es importante aclarar que el procurador general de la República técnicamente no informó absolutamente nada. Solamente compartió algunas hipótesis que surgen de las confesiones videograbadas de tres señores conocidos como El Pato, El Jona y El Chereje preparadas especialmente para su transmisión televisiva en horario estelar. La gran confianza del desacreditado y cansado procurador en la palabra de tres presuntos narcotraficantes, dispuestos a decir cualquier cosa con tal de evitar ser torturados y conseguir su libertad, constituye un excelente botón de muestra del estado de descomposición de la desollada e incinerada justicia mexicana.
Todos conocemos muy bien la gran capacidad de los agentes ministeriales para fabricar culpables y proteger a los poderosos. La teatral detención de José Luis Abarca y su esposa recuerda el espectáculo de la detención de Florence Cassez en 2005. Y nunca hay que olvidar los tres meses en que la PGR vergonzosamente escondió la verdad sobre la masacre de Tlatlaya. Asimismo, apenas se dio a conocer que la PGR indujo a un líder del cártel del Golfo a inventar cargos contra dos policías ministeriales, al parecer con la intención de proteger a otras autoridades corruptas.

¿A quién protege Murillo Karam en el caso de Ayotzinapa? Ofrece algunos indicios su respuesta a los cuestionamientos sobre el extraño comportamiento del 27 batallón de infantería, con sede en Iguala, durante las tres horas que duró el ataque y las 12 horas que se habría tardado la incineración de los cuerpos. En lugar de anunciar una investigación de la evidente complicidad del Ejército con la masacre, el procurador celebró la inacción de las fuerzas federales:¿Qué habría pasado si el Ejército hubiera salido? ¿A quién habría apoyado? Obviamente a la autoridad.¡Qué bueno que no salió!

En otras palabras, bajo el mando de Peña como comandante en jefe de las fuerzas armadas, el Ejército obedece ciegamente las órdenes del crimen organizado en municipios infiltrados por el narcotráfico. Se confirma entonces la hipótesis con respecto al contraste entre la situación colombiana y la mexicana. Mientras allá existiría una alianza entre el narcotráfico y la guerrilla, aquí el crimen organizado se encuentra firmemente al lado de la autoridad. La sociedad mexicana se encuentra en el más absoluto estado de desprotección y de vulnerabilidad.

Las típicas estrategias defortalecimiento institucional, promovidas por los expertos en seguridad pública y los asesores del gobierno de Estados Unidos, solamente agravan el problema entonces. Otorgar mejor armamento y más capacitación a cuerpos de seguridad al servicio de bandas de asesinos vestidos de policías implica aumentar la fuerza del narcoestado.

El problema central no es de debilidad, sino de parcialidad institucional. La única forma para corregir el rumbo sería lograr que las fuerzas militares y las otras fuerzas de seguridad se coloquen bajo el mando de la sociedad en lugar de los criminales. Es decir, hace falta finalmente alcanzar un régimen democrático donde las autoridades en los tres ámbitos de gobierno (municipal, estatal y federal) respondan y rindan cuentas al pueblo.

La buena noticia es que tarde o temprano Peña tendrá que abandonar Los Pinos. Por el bien del país, hagamos votos para que se suspenda su mandato antes de los seis años previstos. México difícilmente aguantará cuatro años más del mismo naufragio. Mientras, urge consolidar las redes de solidaridad, organización y acción conjunta necesarias para asegurar que los próximos relevos federales no nos lleven a algo peor, sino que sirvan para finalmente transformar radicalmente la política nacional.

http://www.jornada.unam.mx/2014/11/10/opinion/020a2pol

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained.

Me vale madres.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “I don’t care mothers”
What it actually means: I don’t give a fuck. Via replygif.netet


¡A huevo!
11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “To egg!”
What it actually means: HELL YES. 
Via replygif.net


Está chido.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “????”
What it actually means: It’s cool. 
Via replygif.net


No mames.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “Don’t suck”
What it actually means: No effin way. 
Via replygif.net


Ando bien pedo.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “I am very fart”
What it actually means: I am currently very drunk. 
Via gifsoup.com


¿Dónde es la peda?

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “Where is the fart?” (feminine) 
What it actually means: Where’s the party at? 
Via giphy.com


No sé ni qué pedo.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “I don’t even know what fart”
What it actually means: I don’t know what is going on. 
Via replygif.net


Qué oso.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “What a bear”
What it actually means: How embarrassing. 
Via giphy.com


No manches.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “Don’t stain”
What it actually means: Unbelievable. 
Via replygif.com


¿Qué onda?

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “What wave?” 
What it actually means: What’s up? 
Via crushable.com


Me la pelas.

11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Literal translation: “You peel it for me”
What it actually means: You ain’t got nothing on me. 
Via replygif.com
11 Phrases Only Mexicans Say, Explained
Exactly.


http://www.buzzfeed.com/lejlie/11-phrases-only-mexicans-say-explained-bc6j

YO, MEXICANO.


Yo, mexicano de nacimiento en pleno uso de mis facultades hago esta declaración la cual no fue forzada ni dirigida por ningún credo, tendencia política ni presión social.

1° Me deslindo de cualquier iniciativa gubernamental a nivel federal, estatal o municipal orquestada o incentivada por el PRI o enrique peña nieto.

2° Desconozco a enrique peña nieto como Presidente Constitucional de México.

3° Desapruebo todas las reformas impulsadas por el gobierno ya que ninguna es en beneficio del pueblo Mexicano y si en pro de los grupos de poder tanto nacionales como extranjeros.

4° Me deslindo categóricamente de cualquier acto bélico en contra de cualquier nación que sea motivada por el actual gobierno de mi país.

5° Ordeno al gobierno federal a que atienda las necesidades del pueblo Mexicano.

6° Condeno como mexicano todo acto de represión, sumisión, hostigamiento y manipulación al que se quiere someter a la comunidad estudiantil en todos los niveles de educación tanto básica como superior.

7° Exijo la reducción de partidos políticos, así como de diputados y senadores, extinción de diputados plurinominales, así como también de los beneficios que ellos gozan y así como terminar con los beneficios que gozan todos los expresidentes y sus familiares.

8° Exijo fijar un sueldo tope austero para todos los gobernantes en todos los niveles y todas las empresas ligadas al gobierno. Es tiempo de crisis, por lo tanto, ni el presidente puede ganar un sueldo alto.

9° Exijo al gobierno establecer reformas reales en beneficio del Pueblo y frenar los abusos de los sistemas de crédito, así como la explotación laboral.

10° Ordeno que se castigue con el máximo peso de la ley a quien cometa actos de corrupción y soborno ya que a través de estos es como se ha hundido la credibilidad del estado y es como se ha vendido a México.

En el artículo 87 de la constitución política de México se puede leer "PROTESTO GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LAS LEYES QUE DE ELLA EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y PATRIOTICAMENTE EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA QUE EL PUEBLO ME HA CONFERIDO, MIRANDO EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DE LA UNIÓN; Y SI ASÍ NO LO HICIERE QUE LA NACIÓN ME LO DEMANDE".

Por tal motivo DEMANDO a enrique peña nieto que DIMITA al cargo de PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

Agradezco la atención y solo soy un mexicano mas cansado de este mal gobierno .

¡¡¡ DESPIERTA MEXICO, YA BASTA !!!


Mexico uno de los paises mas lindos del mundo.


1. Consiero que cualquiera que no conoce Mexico y vea esta foto no pensaria que es Mexico si no que se trata de algun lugar o edificio de Europa. 

Pero es en Bolivar Chihuahua. 



2. Un barrio en Chicago ? 

 No, es la Torre Latinoamericana en la  Ciudad de Mexico . 



3. Alaska o Canada ? 


Es Monterreal Coahuila. 



4. Baton Rouge? Nueva Orleans? Galveston? 


No, es Tampico. 



5. ¿Alguna ciudad pequeña de Europa? 

Esto es Zacatecas. 



 6. Rusia ? 

Es Cananea, Sonora.



7. La Costa Oeste Estadounidense ?



 Desde luego que no, esto es en Los Cabos, Baja California Sur. 



8. Cacadas Petrificadas en Oaxaca 




9. Desierto del Sahara? 


No, no es el  desierto del Sahara es el  Gran desierto de Altar, Sonora. 



10. Acantilados de Irlanda o Escocia? 

Esta belleza de lugar es en la autipista Escenica Ensenada - Tijuana 


11. Delta del rio Amazonas? 


Este salvaje lugar  es de los Pantanos de Centla en Tabasco. 



12. Sin negarlo cualquiera diria que esto es Holanda .

Este lugar se llama Monclova , y es del estado de Coahuila.



13. Tal vez creeas que esto es Madrid.



Pero es Mexico. 



14. San Sebastian del Oeste, Jalisco.




15. Ésta es la ciudad de Monterrey. 




16. Esto pareciera la tipica avenida en San Diego California.

 Esto es en Acapulco. 



17. Algun bosque en Alemania ? 


Este paraiso en Mexico es el estado llamado Chiapas



18. Cavernas en algun lugar de Alaska ? 

Esto esta en Tlalmanalco , Estado de Mexico.



19. Italia ? 


Esto es Valle de Guadalupe.



 20. Es Arteaga Coahuila.




21. Esto esta en Barranca de Huentitlan, Jalisco .



 22. La costa Irlandesa ? 


Este lugar se encuentra en Roca partida de los Tuxtlas ,Veracruz. 



23. Los Emiratos Arabes Unidos ? 

Señores esto es México. 


24. Un lugar Mitico en una tierra lejana, perdida entre las Montañas verdes.Se encuentra un lugar muy Misterioso parecido a un paraiso. 




Y donde es esto ? Es en la Huasteca Potosina, San Luis Potosi.



25. El Mar Mediterraneo ? 

Es San Carlos, Sonora 



26. Alguna ciudad Rusa ?


Es en el estado de  Chihuahua.



27. Alguna Linda Ciudad en Francia  ? 



Esta linda ciudad es en Guanajuato. 



28. Es el  Palacio de bellas artes en la Ciudad de Mexico.



29. Las paradisiacas  Islas Fiji ? 


Estos es Islas Mujeres en el Caribe Mexicano.




30. San Marcos, Aguascalientes.




31. San Miguel de Allende, Guanajuato. 





CONCLUSIÓN:


Fuente : http://m.taringa.net/posts/imagenes/14555168/Mexico-uno-de-los-paises-mas-lindos-del-mundo.html