Carta al presidente de Mexico

Texto de Miguel Pulido, Director Ejecutivo de Fundar, Centro de Análisis e Investigación: 
Sr. Presidente,


Tengo malas noticias para Usted: el “Mexican moment” está en Iguala y no en sus reformas estructurales. También debería saber que Iguala es más que un municipio en Guerrero y que el “Mexican Moment” no es ahora. Iguala es el reflejo del estado de cosas en el país y esto es resultado de un largo proceso de descomposición en diferentes campos de la sociedad mexicana y sus instituciones.
¿Por qué es importante aclarar esto? Usted sabe bien que hace dos años los medios de algunos países desarrollados comenzaron a divulgar la idea de que Usted era un gran reformista y que contaba con el liderazgo necesario para mover a México (lo que sea eso signifique). En el fervor por usar palabras simples para describir asuntos sumamente complejos, algunos fueron al extremo de decir que Usted estaba salvando a México (“Saving Mexico”). Después, Usted publicó un artículo en el diario británico Financial Times argumentando que la agenda de reformas en México está completa gracias a 11 reformas estructurales y que con ellas se busca que México sea más abierto, productivo y competitivo para brindar mejores condiciones de vida a las personas.
Diversos asuntos llaman mi atención de todo esto. En primer término, en su artículo no mencionó 2 de las 3 reformas que tanto Usted como su partido político se comprometieron a aprobar antes de diciembre de 2012. Cuando las anunciaron las llamaron con mucha euforia las reformas de una Presidencia Democrática. Dado que para su gobierno dos de ellas están en el olvido, le recuerdo cuáles fueron: la creación de una comisión nacional anticorrupción; y la creación de un órgano ciudadano que regule el gasto en publicidad oficial. 
Considero ocioso citarle cifras y estadísticas sobre la preocupación social que la corrupción genera. Es un tema que no requiere mayor desarrollo para justificar su importancia; sus costos (humanos, sociales y económicos) la hacen un problema estructural. Sin embargo, y a pesar de la trascencia del tema, su gobierno no sólo envió al Congreso una iniciativa con una deficiencia técnica extraordinaria, sino que su partido en el Congreso mantiene el tema congelado. Para colmo, hace unos meses le preguntaron en televisión nacional acerca de la corrupción en México y respondió que era un asunto cultural. Eso es demasiado Señor Presidente. Cuando es cuestionado sobre el problema más crítico que enfrentan nuestra sociedad, instituciones y el servicio público su respuesta puede ser resumida en 3 palabras: simplemente se desrresponsabiliza.
Respecto al tema de publicidad oficial, me permito compartirle algunos datos y hechos. A pesar de que la Constitución lo prohíbe expresamente en su artículo 134, Usted ha aparecido en propaganda personalizada en diversos medios de comunicación. Su gobierno, además, solicitó al Congreso casi 5,000 millones de pesos para gastar este año en publicidad oficial. ¿Sabía Usted que con ese dinero alcanzaría para dar leche a diario a 30 millones de niños mexicanos durante el mismo periodo? ¿Puede Usted imaginar que ese dinero es equivalente al presupuesto del Programa de Apoyo Alimentario, con lo que podrían comer durante un año casi 1 millón de familias? Creo que este es un ejemplo claro que demuestra lo poco que Usted se preocupa por respetar el marco legal y cómo no se molesta en abusar del presupuesto público por razones personales. En este tema, al parecer, es mejor no tener ninguna expectativa de reforma.
En su columna tampoco pudo decir nada sobre la reforma al campo. Casi 18 meses después de que se anunciara lo que llamó la Reforma Profunda, sólo ha habido cambios cosméticos. Pero sepa que en este país los pequeños productores aportan el 40% de los alimentos, generan el 74 % del empleo formal rural y lo hacen prácticamente sin apoyo. Los problemas del sector han sido señalados como graves por las más diversas instituciones (FAO, Banco Mundial, BID, Coneval, ASF, Colmex, Fundar, UAM, CIDE). La evidencia muestra que el gasto en el sector no sólo no nos hace más competitivos, nos hace un país injusto y desigual. Pero, en el año internacional de la agricultura familiar, en un país en el que el 70% de los 4 millones de productores tienen predios iguales o menores a 5 hectáreas, su gobierno simplemente no pudo rediseñar radicalmente los programas para apoyar a quienes más los necesitan. Señor Presidente, cuando las reformas implican la reasignación del presupuesto afectando a una élite corrupta (en este caso de agroindustriales) su gobierno se queda estático.
En su artículo refiere que México es el país que menos recaudación fiscal tiene en comparación con el resto de países de la OCDE. Pero resulta que nuestro país también tiene críticas desigualdades y muchas contradicciones. Por ejemplo, según el mismo organismo los sueldos de los altos funcionarios son tres veces más dispares en México que el promedio de la OCDE. Una sociedad más justa empieza por tener gobiernos que sean más profesionales y republicanos y menos una casta de privilegiados. Pero ese tema, de profunda transformación democrática, no le ha merecido a su gobierno ningún intento de reforma.
Y ahora tenemos esta crisis de seguridad ciudadana que su gobierno trató de cambiar simplemente con una nueva narrativa. Pero este no es un asunto que se resuelve con juegos de palabras. Dependiendo la fuente, las estadísticas muestran que durante los primeros dos años de su gobierno hubo entre 14,000 y 27,000 personas desaparecidas. Según las estadísticas oficiales hay 26.1 personas muertas con arma de fuego al día. Los secuestros están en tasas históricamente altas, en algunos periodos alcanzando hasta 5.6 por día en promedio (y nuevamente estoy usando datos oficiales). No, Señor Presidente, esta crisis no inició durante su gobierno. Pero es verdad que tanto su gobierno como Usted, atendiendo el supuesto liderazgo que tiene, nunca pensaron en cambiar la forma en la que estamos enfrentando la violencia.
No me malinterprete. No soy tan inocente como para pensar que Usted solo podría resolver este problema. Sin embargo, estoy sugiriendo que México está en extrema necesidad de una profunda reforma en tres rubros: corrupción; violencia; y crimen organizado. Estas reformas significarían sacrificar a una buena parte de la élite política, cambiar nuestro modelo político-electoral basado en el dinero (incluso cuando su fuente es ilegal), también significaría un punto de quiebre en las alianzas que tiene con los poderes de facto y un reconocimiento público de todos los partidos políticos de que ninguno es inocente en esta crisis. Pero parece que Usted, Señor Presidente, carece de autoridad moral y visión para liderar esas reformas.
Pero lo crítico no está sólo en las reformas pendientes, sino en el sentido que decide darle a las que han sido aprobadas. Le pongo un ejemplo, recientemente en una declaración pública a inversores extranjeros, su Ministro de Finanzas dijo que la más reciente reforma policial busca proteger las nuevas inversiones en la industria extractiva. Lo que pasó en Iguala sintetiza el problema de su modelo. Para Usted, la policía está para proteger el mercado y las actividades económicas, y no para asegurar la vida e integridad de las personas.
Y quizá de ahí derive nuestra debilidad institucional, porque espero esté consciente de la dimensión del problema. Hablando nuevamente de Iguala, ahora sabemos con certeza que las policías de dos municipios estaban vinculadas a los cárteles de drogas. Hay casi medio centenar de fosas clandestinas con similar número de cuerpos. ¿Cómo es posible que nadie en la Procuraduría General de la República o en el Centro de Seguridad Nacional supiera algo sobre esto? El siguiente punto es crítico Señor Presidente: el alcalde de Iguala era parte del crimen organizado, sin embargo, los servicios militares y civiles de inteligencia que deben guardar su integridad y seguridad lo dejaron a Usted y a miembros de su gabinete aparecer públicamente junto a él. ¿Puede ahora Usted imaginar la fragilidad que esta idea significa para el resto de los mexicanos?
Tengo una hipótesis que quiero compartir con Usted, Señor Presidente. Probablemente este otro “Mexican Moment” sucede también debido a que Usted decidió invertir todo su capital político (el que tuviera) en conseguir más buenas notas macroeconómicas e indicadores de “modernización” en perjuicio de avanzar a una profunda transformación pública. La población en México es mucho más que consumidores, fuerza laboral o personas que requieren empleos. Primero y más importante, somos seres humanos y ciudadanos con derechos, que reclamamos justicia y merecemos gobiernos honestos que recuperen el valor de la vida humana. Quiero dejar este punto perfectamente claro, así que permítame ser tan cínico como sus colaboradores: las personas muertas no pueden trabajar o comprar. Los gobiernos corruptos no pueden gobernar.
Pues bien, estos son sólo unos ejemplos para ilustrar qué tan complicados se han vuelto todos los temas en México. Hay muchos más de los cuales hablar. Así que le ruego encarecidamente que cuando escriba sobre las reformas en México y utilice las palabras “nuestras” y “completa”, aclare que eso sólo da cuenta de sus alianzas políticas y del grupo que lo rodea y no de todo lo que el país necesita y lo que muchos mexicanos queremos. Nuestras reformas o eran diferentes o todavía no llegan. Nuestro momento, apenas empieza.

Somos ciudadanos con derechos, que reclamamos justicia y merecemos gobiernos honestos que recuperen el valor de la vida humana, escribe el Director Ejecutivo de Fundar.

37 DIBUJOS QUE TE HARAN VER LO MAL QUE ESTA EL MUNDO.

Pawel Kuczynski es un ilustrador nacido en Szczecin, Polonia. Se graduó en Bellas Artes por la universidad de Poznan, especializándose en estilo gráfico.
A sus 36 años ha ganado 92 premios tanto nacionales como internacionales, en las secciones de caricatura e ilustración.
Su obra es muy amplia, pero destaca en la sátira política, social, económica y medioambiental, donde muestra su lado más crítico en los temas de actualidad. Damos un repaso a sus mejores 37 obras.
1. El morbo de los medios

* Buscando carne para cubrir la próxima noticia
2. Pobreza permanente

*Hay quien se pregunta el por qué existe mucha gente que continúa siendo pobre a pesar de las ayudas que reciben. La respuesta es que sus pocos recursos les obligan a subsistir, sin poder invertirlos para mejorar.
3. Los líderes

*Desde los últimos siglos, cae uno y aparece otro, y así sucesivamente…
4. La educación
*Jóvenes cada vez más enganchados a la tecnología, irrespetuosos, sin colaborar en casa mientras que sus madres están atadas a ellos como sirvientas.
5. ¿Por qué debo hacerlo en una caja?

*Les enseñamos a hacer cosas distintas a su propia naturaleza por no alterar la nuestra.
6. Armisticio

*Cuando dos países en conflicto hacen una tregua la paz no existe, sino la expectación por llevarse el trofeo por el que luchan.
7. Domesticando

*Queremos que los animales coman de nuestra mano, vayan a donde nosotros vamos, y que sean otras especies más bajo nuestro mando.
8. Utilizando las redes sociales para confesarnos

*Usamos las redes sociales para decir en voz alta nuestros problemas y nuestros errores, buscamos el reconocimiento y el apoyo de los demás. Así nos confesamos en el siglo XXI
9. El formato de la cultura

*Leer es tedioso, ver la televisión es más fácil. La cultura de muchas personas.
10. La carrera de una mujer

*Desgraciadamente, esto es lo que les espera a muchas mujeres en un mundo laboral dominado por hombres.
11. Religiones y lavados de cerebro

Mucho cuidado, algunas religiones privan a las personas del derecho más importante que tenemos: pensar.
12. Borregos

*¿Y tú, a quién vas a votar?
13. La libertad de expresión y la transparencia informativa

*Internet nos ha brindado nuestra mejor arma para luchar contra las injusticias: que nuestras palabras no puedan ser tapadas por nadie.
14. El mundo terrenal

*Estrellas, políticos y otras celebridades en su visita a la plebe.
15. Limpiando el entorno

*La basura a la basura
16. ¿Qué hay detrás del dinero?

*America dedica una gran parte de su presupuesto para hacer la guerra y mantener “la paz” en el mundo. Tomando el control de los países que libera también obtiene sus recursos.
17. Buitres de guerra

*El motivo de todas las guerras, el poder carroñear los recursos de tu oponente.
18. El futuro

*Cuando hayamos secado nuestro planeta y talado todos los árboles ¿qué oxígeno vamos a respirar? ¿qué agua vamos a beber?
19. Las religiones y la evolución

*Quemando bibliotecas y a científicos en la hoguera. Uno de los mayores lastres para el desarrollo del conocimiento.
20. Enseñando qué es la paz

*Hablar a nuestros hijos de paz sin hacerles entender qué es lo que realmente significa.
21. Promesas basura

*Su forma de hablar es un discurso sin contenido que siempre suena igual. En los últimos años nos han demostrado que no podemos creer en ellos.
22. Los niños del mundo

*La desigualdad social se hace especialmente crítica y desalentadora cuando la vemos entre niños. Millones de pequeños en el mundo realizan trabajos que muchos adultos no harían de ninguna manera.
23. Enmascarando los problemas

*Compañías de gas y petróleo están absorbiendo la vida de nuestro planeta. Un buen plan de marketing y de responsabilidad social corporativa bien maquillado es el telón de humo tras el que continuar.
24. Esclavos

*Somos esclavos de aparentar, de mostrar algo que no somos, de transformar nuestra vida en un escaparate incierto por el qué dirán.
25. Calentamiento global

*Y así es como las consecuencias de nuestros actos van acabando con la vida de los que no tienen culpa, los animales.
26. Héroes de guerra

Admiramos a las personas que luchan en los conflictos defendiéndonos, pero nos olvidamos de que detrás de su valor está el sufrimiento de sus familias, de las que nadie se acuerda después.
27. Tú si, ellos no.

*Nos vemos como gigantes, como dioses. Nosotros decidimos qué animales merece vivir y cual merece morir. Adoptamos un rol que no nos pertenece.
28. El tiempo en contra

*Por mucho que avance la tecnología el tiempo siempre estará en nuestra contra, minuto a minuto, segundo a segundo.
29. Recursos

*Para que haya un rico tiene que haber 1000 pobres. Excesos versus subsistencia. En el hemisferio norte hay comida de sobra para alimentar 3 veces al hemisferio sur.
30. Gadgets

Invertimos cantidades de dinero, muchas veces por encima de nuestras posibilidades, para comprar cosas que realmente no necesitamos. Cosas que con su valor económico alimentarían a familias que no serían capaz de comprender lo que hacemos.
31. Contraste

*Una boda, un acontecimiento de derroches, comidas, trajes, invitados y lujo. En esta metáfora se une por el arroz la celebración de unos frente la esclavitud obligada ante el trabajo de otros para subsistir.
32. Las piezas de la guerra

*Las personas son los peones de las guerras. Unidades para poner en práctica las decisiones y los intereses de los que están arriba. Sin más.
33. Un mundo construido sobre mentiras

*Detrás de las mayorías de las decisiones políticas de la historia siempre ha habido intereses personales. Como nos lo han querido contar es otra cosa muy diferente.
34. Cocina creativa

*¿Realmente es tan importante o es sólo una burbuja? Una vertiente defiende que es una cocina que no sirve para saciar, sino que forma parte de una experiencia. Otros dicen que hacer eso con la comida es injusto.
35. El error del sistema educativo

*Obligados a absorber información para soltarla de golpe y no volvernos a acordar de ella nunca más.
36. ¿Jugamos?

*Lo que es un juego para unos es la única manera de ganarse la vida para otros.
37. Crisis

* ¿Qué es el lujo? Según los recursos de las personas de las que hablemos, lo que es el lujo para unos es muy distinto de lo que es para otros. Familias viven obligadas a repartir lo poco que tienen a lo largo de sus días.

25 Ways To Be A Better Man Even If You Can’t Be A Perfect One

As always, there are improvements to be made. The truth is that no matter how many things we alter in our lives, we will never be perfect men.

We will make mistakes, give in to our weaknesses and stumble backwards from time to time – we’re only human. But, with enough focus, we can make a steady improvement over time.
The key is to remind yourself what’s most important in your life and what you feel needs changing. Here are 25 things you may want to consider if you want to up your game as a man:

1. Work out right after you wake up, every morning.

You don’t need to head straight to the gym. Just roll out of bed, do 50 pushups, 50 sit-ups, 100 jumping jacks and as many pull-ups as you can muster. If you can’t handle that much, then do as much as you can and work your way up.

2. Dress to impress.

You don’t have to spend a fortune on clothing, but make sure you look good in what you wear. Looking good doesn’t cost as much as you think.

3. Keep yourself well groomed.

Either shave or trim – that goes for every area of your body. You don’t need to have the skin of a prepubescent girl, but being sexy means a hint of tameness.

4. Take it easy on the caffeine.

There are healthier ways to feel energized. Plus, your heart will thank you in 30 years or so.

5. Stay up-to-date with world affairs.

If you’re going to live and function in this world, then you better understand it as well as you can. Many of the decisions we make every day have a visible effect on the other side of the world.

6. Read.

Your mind is a tool, and like all tools, it needs to be sharpened. If you’re not a big fan of reading, then look into puzzles.

7. Watch less porn – have more sex.

Give your hand a rest and get some cardio instead. Other than being demeaning to women, porn is boring. Don’t put a Band-Aid on your needs – attend to them like a man.

8. Take time off to let your mind rest.

Go for walks. Meditate. Do Yoga. Do whatever it is that you have to do to allow your mind to focus on the present moment and nothing else. We live in a hectic world, and finding true peace of mind is hard to come by.

9. Stop treating women like objects.

They are human beings who deserve respect. If you can’t be respectful and appreciative, then go back to watching porn.

10. Plan for the future.

It’s one thing to always be thinking about the future, and it’s another to have a plan of action. Living in the moment is extremely important, but if you don’t have a plan for the future, then, in the future, your moments will be less than fulfilling.

11. Grow a pair and ask her out.

You’ve been eyeing her for weeks and have yet to muster the courage. What do you really have to lose? If she doesn’t want to see you, then she won’t. At least you’ll know to look elsewhere.

12. If you’re going to take her out, then actually take her out.

Women like to be treated like they’re special to you because they believe themselves to be special. Treat them as such and they’ll appreciate you for it.

13. Don’t skimp on the foreplay.

It’s a very important part of the ritual – especially for women. You’re not going to impress anyone if you just rush into it.

14. Give more.

If you don’t like it, then you’re either doing it wrong or you’re with the wrong woman.

15. Stop having the same sex.

This isn’t to say that you should stop having sex with the same person, but you should stop having the same, boring sex in the same, boring place. Be adventurous. Find a bush.

16. Don’t spend money you don’t have.

Debt isn’t sexy – no matter who’s wearing it.

17. Stop filling your head with information you don’t need to know.

Pick a celebrity, any celebrity, and if you know more about his/her life than you do about the political situation in Syria, then take a moment to reevaluate your life.

18. Keep your environment clean and neat.

An organized apartment will allow for a better-organized mind. Clutter has a way of seeping into our minds and making us feel claustrophobic.

19. Quit the job you hate.

You have less time on this planet than you think. It’s better to be broke and happy than to be rich and miserable.

20. If it’s time, put a ring on it.

The only way to overcome fear of commitment is to commit. Once you commit, you’ll conclude that there’s nothing to have feared in the first place. If she means a lot to you, then you better lock it down before someone else does.

21. Don’t be afraid to learn something new.

Progression can only happen if we are willing to step outside of our comfort zones and immerse ourselves in the unfamiliar. Learn another language or learn to cook. Learning new things will make you a more interesting and well-rounded man.

22. Start a business.

That great idea you have will stay just that, an idea, unless you put fear and uncertainty behind you and make it a reality. There’s no greater regret in life than knowing you didn’t try.

23. Save some money.

Earning money is great, but it’s not beneficial unless you are saving. Make sure your bank account is something you can fall back on if needed. You never know where life will take you, and a little financial security goes a long way.

24. Travel more.

There’s a big world out there, full of interesting people and beautiful sights. Seeing these destinations on TV or reading about them in books is one thing, but you will never get the full global experience unless you just pick up and go.

25. Be thankful.

Hard work certainly pays off, but it’s crucial that you don’t forget to be thankful for all the success that comes your way.

La llama de la indignación, México.


La llama de la indignación
Andreas Schedler

PROFESOR-INVESTIGADOR DEL CENTRO E INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA ECONÓMICAS

Hasta finales de septiembre, México estaba bailando alegremente sobre una catacumba de unos 95 mil muertos y 25 mil desaparecidos a manos del crimen organizado. Ahora, con el secuestro y asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, se interrumpió la música, se paró el baile. Hemos visto algo enteramente nuevo: una ola de solidaridad que sacude el país, con discusiones públicas y conversaciones privadas sin precedentes, con marchas y huelgas estudiantiles en todo el país.

El país llevaba bailando un buen rato. Desde la inauguración oficial de la democracia en el año 2000, México se encuentra inmerso en una guerra civil sin querer reconocerlo. Las guerras civiles, como las define la ciencia política contemporánea, son enfrentamientos entre grupos armados dentro de un Estado que causan más de mil muertes al año. México lleva superando este umbral desde el primer año de la democracia.

Emocionalmente, la política, los medios y los ciudadanos mexicanos han logrado mantener la violencia a distancia al pensarla como “narcoviolencia” o “narcoguerra”, en la que cárteles luchan contra cárteles, narcos contra narcos, malos contra malos.

Concebir la violencia de esta forma inhibe la solidaridad ciudadana de muchas maneras. Hace invisible la violencia predatoria que los grupos criminales cometen contra la población civil y la violencia ilegal que el Estado comete contra cualquiera. Además, crea una división tajante entre ciudadanos y víctimas. Como la “guerra de las drogas” es una guerra entre criminales, se infiere que sus perpetradores son criminales, pero sus víctimas también. Son víctimas culpables, víctimas voluntarias. El lenguaje cotidiano lo expresa de muchas formas: “se lo buscaron”, “se metieron en malos pasos”, “anduvieron con los malandros”, algo debían”, “algo habrán hecho”…

No hay tierra más fértil para la indiferencia que la idea de las víctimas culpables. La indiferencia hacia las víctimas ha tenido una expresión institucional muy clara: la impunidad. Los homicidios atribuidos al crimen organizado se contabilizan, pero no se persiguen. El porcentaje de “narcoejecuciones” que lleva a condenas judiciales firmes es cercano a cero. En los hechos, el Estado mexicano ha consentido la privatización de la pena de muerte.

La indiferencia estructural hacia las víctimas cotidianas de la “narcoviolencia” también se ha visto en la opinión pública. A finales del año pasado, la Encuesta Nacional de Violencia Organizada elaboró un mapa amplio de actitudes ciudadanas hacia la narcoviolencia. Encontró una ciudadanía que vivía la guerra como lejana y deseaba mantenerla así. Ante una guerra anónima, cuyas víctimas no tenían cara ni historia, únicamente el 10 por ciento de los ciudadanos se acordaba del nombre de “alguna persona asesinada o desaparecida por el crimen organizado”. Sólo el 17 por ciento podía evocar algún caso de asesinato o desaparición que le hubiera “conmovido en particular”. La gran mayoría compartía la apuesta por el silencio del gobierno de Peña Nieto. El 60 por ciento decía que hablaba “nada” o “poco” de la narcoviolencia en su vida privada. El 62 por ciento estaba de acuerdo con la idea de que “hay muchas cosas buenas en México”, por lo que “deberíamos dejar de hablar tanto de la violencia” (los datos y reportes de la encuesta están disponibles enhttp://biiacs.cide.edu).

Los hechos atroces de Iguala han permitido que la opinión pública mexicana diera el salto, largamente esperado, de la negación a la indignación. Por fin, se prendió la llama de la solidaridad ciudadana. Esto fue posible gracias a la capacidad de movilización de los estudiantes de Ayotzinapa. Pero aún más importante, fue posible porque se descarriló la narrativa cómoda de una guerra entre criminales. Dos hallazgos irritantes, la inocencia transparente de las víctimas y la responsabilidad transparente del Estado, rompieron la indiferencia pública hacia víctimas y victimarios.

¿AHORA QUÉ SIGUE?

La llama de la indignación es débil. Lo más probable es que las preocupaciones de la vida cotidiana la terminen sofocando en muy poco tiempo. En estos días, muchas voces hablan de un momento de crisis y ruptura. ¿Pero cómo lograr que la solidaridad ciudadana no se disipe rápidamente? ¿Cómo lograr que esta nueva matanza estudiantil no sea un episodio más en la guerra civil mexicana? ¿Cómo lograr que la movilización estudiantil se siga ampliando y lleve a una dinámica transformadora? ¿Cómo convertirla en el inicio de una verdadera construcción de un Estado de derecho en México?

Antes que nada, la solidaridad ciudadana tendrá que ampliarse a todas las víctimas, incluyendo las sospechosas. La movilización actual se ha nutrido de la imagen de víctimas inocentes, de estudiantes pobres que no querían hacer otra cosa que aprender y enseñar y que fueron víctimas de una represión política atroz e irracional. De manera implícita, han quedado de lado las víctimas sospechosas de todos los días. Durante todas las semanas de movilización, ha seguido el goteo cotidiano de “narcoejecuciones”, como los registra, por ejemplo, el Blog Menos Días Aquí (http://menosdiasaqui.blogspot.mx). Naturalmente, salvo algunas excepciones, no han sido objetos de preocupación pública. Si el movimiento de Ayotzinapa quiere convertirse en motor de cambios institucionales, debe extender su solidaridad a todas las víctimas del crimen organizado, aunque sean sospechosas de pertenecer ellas mismas al crimen organizado.

Luego, la construcción del Estado de derecho no es un problema administrativo, sino un proyecto político. En un Estado democrático de derecho, el derecho no es un instrumento de dominación de los poderosos, sino un instrumento de protección de los débiles. Cualquier cambio, sea constitucional, legal o burocrático, es ilusorio mientras no conlleve transformaciones estructurales de poder. ¿A quiénes habría que “empoderar” de manera radical y sistemática? ¿Quiénes son los más débiles y los más interesados en transformar el sistema? Las víctimas. ¿Cómo se podría aumentar su capacidad de defensa de manera significativa? Dos iniciativas concretas podrían detonar la movilización de recursos hacia los movimientos civiles de víctimas: un fondo para la canalización de recursos financieros y una red para la canalización de la participación ciudadana.

Infraestructura de financiamiento: propongo la creación de un fondo fiduciario que canalice recursos públicos y privados hacia las asociaciones cívicas de víctimas (no hacia víctimas individuales). Este Fondo Mexicano para la Justicia podría estar administrado por un organismo internacional, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Recibiría donaciones privadas nacionales e internacionales. Sin embargo, siguiendo ejemplos internacionales, debería financiarse primeramente con el dinero, todo el dinero, que el Estado recaude con la subasta de bienes incautados a las organizaciones criminales. De esta manera, las victorias de la justicia alimentarían la lucha por la justicia.

Infraestructura de participación: propongo el desarrollo de una plataforma virtual de participación, una mezcla de página web y red social que vincule a los ciudadanos con los movimientos de víctimas. La solidaridad ciudadana necesita canales de expresión. Si los ciudadanos no encuentran vías concretas de acción, su simpatía hacia las víctimas y su indignación hacia los victimarios se disipan. Páginas de internet como meetup.com permiten que vecinos con propósitos comunes se encuentren. La Red Mexicana para la Justicia facilitaría la formación de movimientos locales de víctimas, la coordinación entre las asociaciones existentes y también su comunicación con la ciudadanía. De manera crucial, permitiría que todos los ciudadanos solidarios pudieran ofrecerles a las asociaciones de víctimas sus talentos personales, sea como abogados, panaderos, psicoterapeutas, taxistas, programadores, músicos, diseñadores gráficos… o simplemente como gente común que quiere prestar su voz e inteligencia a la causa de las víctimas.

Tanto en lo político como en lo técnico, ambas iniciativas demandan un diseño cuidadoso. Tienen que ser incluyentes, profesionales y transparentes. Requieren de ciertos consensos políticos, sobre todo entre actores de la sociedad civil. Ninguna de las dos es fácil, aunque ambas son eminentemente viables. Ambas pueden ser iniciadas desde el centro, pero tienen el potencial de crear efectos multiplicadores en todos los rincones del país. Su potencial transformador no depende de una burocracia racional que sabemos que no existe en México. No depende tampoco de la voluntad política de las élites, que dudamos que exista. Depende enteramente de la indignación moral, del coraje y de la inteligencia colectiva de víctimas y ciudadanos solidarios. Hasta ahora, las élites políticas mexicanas han fracasado en sus (débiles) intentos de construir el Estado de derecho desde arriba. Si no ampliamos la infraestructura financiera y participativa para que una sociedad civil fuerte y contestataria vigile y desafíe el Estado desde abajo, seguirán fracasando.

¿Te gusta tu trabajo?

Divertidas imágenes que te explican por qué no deberías tener un empleo que no te gusta.

“Empleos en el pueblo” es un sitio web alemán para buscar empleo

1

Sus avisos buscan mostrarle a la gente que la vida es muy corta como para tener el trabajo equivocado

2

Ellos ponen sus anuncios en cajeros automáticos, máquinas expendedoras, estaciones de gas y más

3

Muestran a empleados infelices en empleos terribles que están ubicados en lo que sea que estás usando

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5

Si tú estuvieras atrapado en un empleo terrible quizás te sentirías identificado con esto

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Su estrategia es genial

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Incluso si amas tu trabajo, es difícil no reconsiderarlo cuando ves estos anuncios

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Es tan fácil identificarse con esos individuos que parecen presos de sus empleos actuales

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