EL
CLIENTE
La palabra cliente permite hacer mención a la
persona que accede a un producto o servicio a partir de un pago. La noción
suele estar asociada a quien accede; producto o servicio en cuestión con
asiduidad, aunque también existen los clientes ocasionales.
Cliente puede ser utilizado, según el
contexto, como sinónimo de comprador (la persona que compra el producto),
usuario (la persona que usa el servicio) o consumidos (quien consume un
producto o servicio).
Los especialistas en ventas suelen distinguir
entre distintas clases de clientes
1.Los clientes activos: son los que concretan compras de manera frecuente.
2.Los clientes inactivos: no realizan una compra por lo que es probable que estén satisfaciendo sus necesidades con la competencia.
1.Los clientes activos: son los que concretan compras de manera frecuente.
2.Los clientes inactivos: no realizan una compra por lo que es probable que estén satisfaciendo sus necesidades con la competencia.
Otra clasificación agrupa a los clientes en
clientes satisfechos o clientes insatisfechos. Esto quiere decir que los
clientes tiene necesidades que la empresa o el vendedor debe satisfacer y que,
al momento de concretar la compra del producto o el pago de servicio. Si las
necesidades no son satisfechas o las expectativas no son cumplidas, es muy
probable que el cliente deje de comprar.
Este principio básico de la mercadotecnia dio
lugar al famoso postulado que señala que “el cliente siempre tiene la razón”.
La
empresa, por lo tanto, debe centrar sus esfuerzos en la satisfacción del
cliente, ya que un cliente satisfecho seguirá comprando y gastando su dinero en
la empresa.
…Me tengo por un cliente amable. Todos me
conocen. Soy el o la que nunca se queja, sin que importe la calidad de servicio
que se me vaya a dispensar.
Iré a un restaurante y esperaré sentado/a tranquilamente mientras los camareros y camareras se dedican a chismorrear sin preocuparse de si alguien me va a atender. Sucede a veces que un grupo de gente que llega más tarde es atendido antes que yo; sin embargo no me quejo. Sigo esperando.
Cuando entro a una tienda para comprar algo,
nunca me muestro exigente. Intento de ser considerado/a con el prójimo. Si un
vendedor fachendoso pone mala cara porque me tomo demasiado tiempo examinando
varios artículos antes de decidir cuál voy a comprar, me mantengo en un tono de
corrección, pues no creo que la descortesía pueda ser la respuesta adecuada.
El otro día me detuve en una estación de
servicio y tuve que esperar casi 5 minutos a que el encargado me atendiera. Y
cuando lo hizo se le derramó gasolina y me limpió el parabrisas con un trapo
sucio de aceite.
¿Pero me quejé del servicio? No, por
supuesto.
Nunca golpeo. Nunca regaño. Nunca crítico. Y
por nada desearía protagonizar una escena como he visto hacer en lugares
públicos. Opino que hacer lo contrario; soy el cliente amable pero voy a
decirles lo que también soy.
SOY EL CLIENTE QUE
NUNCA REGRESA
Una de las grandes claves del éxito comercial
a largo plazo puede ser resumida con solo tres sencillas palabras:
CALIDAD, CLIENTE, SERVICIO.
Como clientes, tanto como usted y como
nosotros somos conscientes de que, lamentablemente, encontrar un servicio eficiente
es algo muy raro.
Para el cliente el empleado se identifica con
la empresa. Consecuencia de ello será que el cliente, probablemente, prefiera
ir a gastar su dinero en cualquier otra parte. Nuestro objetivo es asegurarse
de que esto no suceda. El mundo de los negocios abre paso a quienes ponen el
dinero a la puerta, y esta es, precisamente la persona que gana y conserva a
sus clientes. Si tiene usted planeado abrir algún día su propio negocio, su
éxito definitivo dependerá de cómo gana y conserva sus clientes.
EL SECRETO COMERCIAL
MÁS GRANDE DEL MUNDO.
Deténgase por un momento a considerar el
valor que puede tener un cliente. Solo él hace posible que se gane usted la
vida. Trátelo bien y el cliente satisfecho será su mejor medio de publicidad e
instrumento de mercadotecnia. Valórelo y continuará recompensándole con su
dinero año tras año. Toda la astucia de las técnicas financieras del mundo es
poca cosa si se compara con un ejército de clientes satisfechos. La mejor
inversión la tiene en sus clientes puesto que…
Sin clientes no hay
empresa.
Organizar espectaculares campañas de
liquidación, poner en funcionamiento estrategias de marketing a alto nivel o
apoyarse en el impacto de una publicidad bien calculada, pueden ser medios muy
efectivos para captar la atención del público y pueden ejercer suficiente poder
de persuasión para conseguir clientes. Sin embargo, conservarlos por largos
periodos de tiempo es algo que dependerá como se les pueda recompensar. Será el
propio cliente recompensado quien cuente a otros las excelencias de sus
productos y servicios, lo cual contribuirá a crear otros nuevos.
El cliente
recompensado compra, se multiplica y vuelve.
¿SINDROME DE ÉXITO?
Imagínese…
Usted abre las puertas de su propio negocio.
Lo primordial para usted es intentar atraer una clientela que pueda dejarle
beneficios.
Su negocio lleva varios meses abierto y sus
esfuerzos por recompensar al cliente le han producido los beneficios que
esperaba. Ha conseguido captar una amplia clientela, pero empieza a darse
cuenta de que tiene más trabajo del que puede atender. Incluso se ha mostrado
un poco brusco con ese último cliente, no le da importancia. Piensa que los
clientes son como autobuses.
Su calidad de servicio y su organización
interna están en declive y usted es el último en enterarse de ello. Las ventas
empiezan a caer en picado y los clientes apenas vuelven. Buscando una respuesta
usted lo atribuye a la competencia, a la situación económica, al tiempo o a
cualquier otro factor en vez de dirigir su mirada de puertas adentro, donde en
realidad radica el problema. Como último recurso intenta romper el mercado.
Coloco rótulos luminosos, recurre a una
publicidad cara y practica descuentos especiales para intentar recuperar todos
aquellos clientes que no han vuelto más; sin embargo la cosa no mejora… Y fin.
El
síndrome de éxito es una enfermedad insidiosa. No se notan los síntomas pero si
se notan los efectos.
La mejor medicina está en recordar que en
cualquier negocio es preciso revisar periódicamente la organización.
Cuando
pensamos en la prosperidad de un negocio, lo primero que nos viene a la cabeza
es dinero, estadísticas, realidades físicas y números. Sin embargo todas esas
formas de evaluar el éxito, en realidad vienen determinadas por la ACTITUD de los clientes y empleados.
…Harry LeBoeuf, el
famoso experto en diamantes, le hablaron acerca de un coleccionista holandés
que estaba buscando un determinado tipo de piedra para añadir a su colección.
LeBoeuf se puso en contacto con el marchante y le dijo que estaba seguro de
poder ofrecerle el diamante que tanto buscaba.
Llegado el coleccionista, LeBoeuf delegó a
una persona de ventas para que le atendiera y mostrara el diamante. Al
presentarle la piedra se la describió con todo tipo de detalles técnicos. El
marchante le escuchó y alabó las excelencias de la piedra, pero se despidió
diciendo “Es una pieza estupenda, pero no exactamente lo que deseo”.
LeBoeuf, que había estado observando la
escena a distancia, detuvo el marchante diciéndole “¿Le importaría que le muestre
el diamante una vez más?”. Pero en vez de hablarle de características técnicas,
LeBoeuf comentó de modo informal su propio aprecio por la rareza del diamante.
De repente, cliente cambió de idea y compró el diamante.
Mientras esperaba a que le envolvieran la
piedra, el marchante se volvió hacia LeBoeuf para preguntarle “¿Por qué se lo
he comprado a usted cuando no he tenido dificultad alguno en decir no a su
vendedor?”.
LeBoeuf respondió “Este es uno de mis mejores
hombres y sabe muchísimo más que yo de diamantes. Cobra un buen salario por lo
que sabe, pero le pagaría con gusto el doble si pudiera meterle en la cabeza
algo que yo tengo y de lo que él carece:
ÉL ENTIENDE DE
DIAMANTES, PERO YO LOS AMO.
¡EL MEJOR CLIENTE ES
USTED MISMO!
Al público no le interesa, saber que usted
posee muchos conocimientos, pero si le importa cómo se preocupa de:
·
Sus
productos y servicios
· Del
propio público. No hay sustituto posible para la creencia de que el producto y
servicio que usted da es el más honesto que pueda encontrar.
La persona más persuasiva del mundo es la que
cree fanáticamente en una idea, en un producto o en un servicio. Las palabras
pueden ser desechadas pero una actitud positiva que emane de una creencia
sincera, nunca lo será.
Se persuade mucho más
por la actitud que con lógica porque la gente se mueve por sus emociones y las
emociones contagian.
Grabe
una cinta con alguien que se esté riendo continuamente y hágala escuchar a otra
persona. Puede estar seguro de que esta persona empezará también a reír.
Lo que usted percibe en este momento es, en
gran parte, un reflejo de sus propias actitudes y creencias. La vida le dará lo
que atraiga con sus pensamientos.
Piense, actúe y hable negativamente y su
mundo será negativo.
Ahora piense, actúe y hable positivamente y
su mundo será positivo. Aunque no siempre obtendrá lo que usted desea, pero a
largo plazo si obtendrá lo que esperaba.
LA GENTE SIEMPRE COMPRA,
PERO ¿QUÉ COMPRA?
Se
ha preguntado “¿Qué es lo que en realidad compra el cliente cuando trato con
él? Considere las siguientes peticiones que puede hacer cualquier cliente:
· No me venda prendas: véndame algo para
tener un buen aspecto, con estilo que sea atractivo.
· No me venda seguros: véndame
tranquilidad y la seguridad de un futuro para mí y mi familia.
· No me venda una casa: véndame
comodidades, hágame sentir satisfecho con una buena inversión y estar orgulloso
de lo que poseo.
· No me venda libros: véndame horas
agradables y las ventajas del saber.
· No me venda una
computadora:
véndame el placer y las ventajas de la tecnología moderna.
· No me venda
neumáticos:
véndame poder estar libre de preocupaciones y economía por kilometraje.
· No me venda billetes
de avión:
véndame una forma rápida, segura, y puntual de llegar a mi destino en perfectas
condiciones.
·
No me venda cosas: véndame ideales,
sentimientos, amor propio, vida hogareña.
El cliente solo aceptará cambiar el dinero
por dos cosas:
·
Emociones
agradables
·
Soluciones
a problemas
Puede que en su empresa venda los mejores
productos y servicios lo que en la última instancia va a decidir el éxito. Si
hace que se sientan bien, comprarán y volverán. La gente gasta dinero en los
momentos y lugares en que se sienten
bien. Teniendo esto en mente aquí se encuentran algunas ideas clave que puede
usted emplear para dar el toque correcto en su trabajo:
Póngase
usted mismo en un estado emocional alegre: Hay una técnica que puede usar para
ayudarse a estar de buen humor: condúzcase del modo en que desee usted sentirse
y no tardara el modo adecuado de comportarse. La próxima vez que se sienta
triste, de mal humor o inquieto, mírese al espejo e intente sonreír.
Nunca
hable al cliente de sus problemas: a pesar de lo que usted pueda leer, escuchar
o ver en los medios de comunicación, la vida no es fácil para nadie. Todos
tenemos nuestros problemas y es cierto que hablar de ellos puede proporcionar
una saludable válvula de escape emocional, pero nunca debe de hacerse con los
clientes. Haga que el cliente le hable de los problemas que usted puede
resolverle. No los reciba con un “¿Cómo está usted?”.
Esto invita a una
respuesta del tipo: “¿Qué cómo estoy? Voy a decirle como estoy. Han dejado a mi
hija embarazada, mi hijo está enganchado en las drogas, he dejado limpia mi
cuenta bancaria pagando impuestos y mi esposa se ha fugado con mi socio,
llevándose todos mis ahorros.”
Todo esto le pondrá
en un estado emocional de tristeza, saldrá de su tienda con un mal sabor a
causa de tal experiencia.
En vez de eso, se a
más positivo y recíbalo con frases del tipo “¿Qué le trae por aquí? O me alegra
verlo/a de nuevo”.
Recuerde que el cliente compra por sus
propias motivaciones no por las nuestras: cada cliente tiene una estructura
emocional distinta, usted conseguirá dándoles lo que ellos realmente desean y
no lo que pueda usted pensar que desean.
Actúe como si fuera usted el único contacto
personal que tiene el cliente con la empresa y compórtese como si la imagen de
ella dependiera de usted.
Haga uso de la lógica y de las emociones:
las emociones hacen que el cliente compre, pero la lógica hace que sigan
comprando y regresen.
Haga el uso de técnicas para solucionar
problemas, con el fin de que el cliente pase de un estado negativo a uno
positivo: escuchándolo
“Si concentra usted
su atención en los clientes, estos volverán, pero si lo hace únicamente en la
mercancía, no volverán”
…Recientemente he cambiado de tintorería porque me harté de la falta de
consideración del personal que me atendía. Hacían bien su trabajo pero los
empleados parecían estar medios dormidos, pues venían arrastrándose desde el
fondo del local y decían “¿Qué hay?”. Y cuando regresaba a recoger mis prendas,
tardaban una eternidad en encontrarlas, tomar el dinero y cerrar la transacción
con un monótono “¡vale!”. Después de haber ido por allí varias veces, empecé a
preguntarme si tal vez habían estado bebiendo o esnifando el líquido que usaban
para limpiar. Del mismo modo trataban a cualquier cliente y cada vez que traté
con ellos les encontré sumidos en esa misma rutina moribunda.
Por ello decidí cambiar y ahora llevo mi ropa a otra tintorería al otro
lado de la calle.
Asimismo, he cambiado de servicio de fumigación, pero por el motivo
contrario. Durante los últimos once años. Robert, un técnico en control de
fumigación, ha estado librando mi casa de todo tipo de insectos. Una vez al mes
viene a rociar la casa y siempre espero con agrado sus visitas, porque es una
persona de carácter muy amable. Mucha gente podría decir que Robert pierde
mucho el tiempo hablando con los clientes y debería estar más por su trabajo.
Sin embargo, el hecho de haberse tomado tiempo para ser amable con sus clientes
le salió muy bien. Según parece que Robert y su antiguo jefe tenían algunas
diferencias así que este lo despide. Así que Robert abre su propio negocio de
fumigación y se llevó con el 100 clientes de los 120 con los que trataba.
Además Robert era el único técnico con el que su antiguo jefe contaba,
quedándose él sin clientes.
LA IMAGEN.
Cuando más orientada esta una empresa en el tema de servicios, más
comprometido tiene que estar el personal que trata directamente con el cliente.
Requiere estar en consonancia con su propia personalidad, la del cliente y la
situación.
Todo cliente con el que se encuentra, desea y necesita que se le confirme y
alabe su propia imagen. Mucha gente no tiene en cuenta este aspecto y se
mantiene tan rígido intentando impresionar al cliente con sus productos,
servicios o con su propia presencia, que llega a olvidarse del cliente,
perdiendo de vista sus necesidades.
“Si uno se arropa a sí mismo, se viste de más de la cuenta”
Un asesor de cuentas Steven Covey ha encontrado un modo muy interesante de
considerar las relaciones humanas. Con cada relación abrimos una cuenta
bancaria emocional, en la podemos hacer entradas y salidas. Cuando ayudamos a
otros a lograr lo que desean y a que se sientan mejor con ellos mismos, estamos
haciendo un ingreso en la cuenta. Pero cuando recurrimos a otros para ayudarnos
o hacemos que se sientan peor, estamos retirando de la cuenta y retirar
demasiado puede hacernos perder la cuenta.
LA PERCEPCION DEL CLIENTE.
La percepción consiste en la forma que somos conscientes
de los que experimentamos. La percepción de cada persona no es más que la
proyección de su propia realidad en ella.
¿Qué es lo que hace que el cliente pueda percibir tal
servicio de manera positiva o negativa?
La calidad de servicio que se percibe es la diferencia
entre lo que el cliente ha conseguido y lo que esperaba conseguir.
CLAVES PARA MOLDEAR ESA PERCEPCION.
No es suficiente recompensar a nuestros clientes con un
buen servicio. Es preciso hacerles comprender las ventajas que tienen al tratar
con usted y recordárselo continuamente. Cada empresa tiene una imagen, y las
que más éxito tienen han aprendido que una imagen positiva no se consigue por
casualidad, sino que es el resultado de un largo estudio de planificación,
arduo trabajo y de hacer muy bien una serie de cosas.
1. Elabore el perfil del cliente que desea.
2. Tenga una visión de su empresa como si la observara a
través de los ojos de sus clientes.
3. Guárdese de hacer problemas con las que no puedan hacer
expectativas que no puede cumplir.
4. Cuando surja un problema, aproveche la oportunidad para demostrar
la eficacia del servicio.
5. Mantenga una relación personal con sus clientes y trate a
cada uno de ellos de modo especial.
6. Mantenga el contacto
7. Recuerde que gran parte de su negocio es espectáculo
Por ejemplo, una estadística reveló que de cada tres
mujeres, dos escogen su peluquería teniendo más en cuenta el aspecto social que
la profesionalidad. Parte de su trabajo consiste en tener una buena actuación.
CONSEGUIR NUEVOS CLIENTES
Si en el hecho de recompensar al cliente está la clave para conseguirlos y
conservarlos, lógica consecuencia es que el camino más seguro para conseguir
más consistirá en ofrecerle gratificaciones que nadie más les pueda dar. Cree
una necesidad y soluciónela. Busque donde duele y cúrelo. Busque donde pica y
rasque. No necesita ser usted un genio para ganar clientes, solo es preciso
encontrar respuestas prácticas y efectivas.
La historia de Jean Nidetch viene al caso. Habiéndose pasado la vida
comiendo, llegó a pesar más de 100kg. Desesperada acudió a una clínica
especializada en obesidad y empezó a hacer progresos adaptándose a una dieta
equilibrada. Pero Jean notó algo muy interesante en su propio comportamiento.
No había sido la dieta en particular lo que había hecho perder peso, como el
apoyo emocional de haber podido comentar con otras personas su problema. Por
ello empezó a invitar a amigas con los mismos problemas de peso y muy pronto
tomaron la costumbre de reunirse cada semana, aumentando progresivamente el
número de asistentes, con el fin de dar y recibir apoyo emocional. Esto
significó el principio de Weight Watchers International, Inc. (Vigilantes del
peso), una organización que ha tenido mucho éxito y que se dedica a impartir
clases, de modo regular, en 26 países. Hoy en día esta empresa cuenta con
revistas, libros de cocina, posee una cadena de restaurantes dietéticos,
comercializa productos de dietética y ofrece campamentos de vacaciones para
niños con problemas de obesidad.
Es una empresa enorme que tiene contactos con millones de clientes
diariamente.
Yogi Berra dijo:”Solo con observar puedes enterarte de mucho”, lo que puede
ser un buen consejo para que busque necesidades y soluciónelas. No haga más que
abrir los ojos y mirar a su alrededor en busca de algún problema.
…En 1951 Nesmith acababa de divorciarse y trabajaba como secretaria de
dirección en un banco. No tenía demasiadas esperanzas de prosperar con rapidez,
pues se encontró con problemas a causa de una reciente innovación: la máquina
de escribir eléctrica.
Dado que cada nueva solución crea nuevos problemas, la cantidad de errores
se incrementó mucho más.
En el intento de poder conservar su puesto de trabajo, se le ocurrió a
Nesmith hacer una mezcla de pintura de acuarela con un agente colorante, la
cual llegó a tomar el mismo tinte que el papel de escribir que usaban en el
banco.
De este modo obtuvo un líquido que resultó tan efectivo que empezó también
a embotellarlo y venderlo.
En 1956 dejó el banco y se dedicó a vender su invento en su cochera. El
negocio continuó prosperando y en 1979 la Gillette Company adquirió la
Nesmith’s Liquid Paper Corporation por
47,5 millones de dólares.
¿Cómo ven?
Formule
las preguntas para conservar clientes toda la vida
Un muchacho entró a una cabina telefónica y
un encargado pudo oír la conversación de éste. “Hola, ¿es la residencia de los
Smith?, les llamo de lo del puesto de jardinero que ofrecen…. ¿cómo? ¿ya tiene
un jardinero?.. ¿es buen jardinero? ¿Están satisfechos con su trabajo? ¿Tienen
previsto quedarse con él?.. Entiendo… pues me alegra que tengan resuelto el
problema del jardinero, gracias de todas formas, adiós”.
Cuando salió de la cabina el encargado le
dice “Tomás no pude evitar oír tu conversación. Sé que no es asunto mío pero
¿no eres tú el jardinero de la residencia Smith?” Tomás le responde “Si, así
es, he hecho esta llamada para saber que tal hago mi trabajo”.
Sin importar el tipo de negocio en el que
este, le será posible tener los clientes más satisfechos solo averiguando lo
que les agrada y lo que les desagrada de lo que les está ofreciendo, y aquí
vamos con las dos preguntas:
¿Qué tal lo hacemos?
¿Cómo podemos hacerlo
mejor?
Con la respuesta a estas dos preguntas sabrá:
¿Cuál es la percepción del cliente? Y ¿Qué
hacer para mejorar esa percepción?
El nivel de calidad que percibe el cliente es
el factor más importante para determinar una rentabilidad a largo plazo. El
dinero no lo es todo para conseguir y conservar clientes. Los conservará
siempre cuando les ofrezca un buen nivel de calidad y ellos lo perciban.
LAS
CINCO MEJORES FORMAS PARA HACER QUE EL CLIENTE REGRESE
Sea
formal:
Lo que más aprecia el
cliente es la regularidad en el servicio. Más que cualquier cosa, el cliente
desea servicio eficiente:
- Haga lo que diga que va hacer
- Hágalo cuando dice que lo va hacer
- Hágalo bien a la primera
- Hágalo a tiempo
Un ejemplo de obrar con consecuencia que nos es familiar, está en los restaurantes McDonald’s. siempre que vea usted los arcos dorados de su logotipo podrá recordar con seguridad como sabe su comida. Un Big Mac siempre es un Big Mac, tanto que si lo compra usted en México, Paris o en Londres. Pregúntese ¿porque hay Mc Donald’s en todo el mundo?
Como esta mencionado al principio, el típico
cliente insatisfecho comentará a ocho o diez personas el incidente. Si
multiplica usted ese número de personas que les contaran a otras personas como
si fuera una cadena, lo más seguro es que se cree una mala fama y nadie vaya a
su negocio.
Sea
Creíble:
Una de las cosas que más desea el cliente es
la tranquilidad. Como clientes, todos deseamos volver a las personas y establecimientos
que, con sinceridad se prestan a ayudarnos y se toman en serio nuestros
intereses. Todos deseamos seguridad, honradez y tener la seguridad de que, en
caso de que nos surja un problema, nos será solucionado con rapidez y sin
gastos adicionales. Cuando compramos un artículo, exigimos seguridad y
garantía. Si compramos servicios, ya sean médicos, legales o financieros
exigimos que no comporten problemas ni riesgos, que no den lugar a situaciones
de duda y que se mantengan a un nivel confidencial. Tal es la naturaleza de la
credibilidad.
Sea
atractivo:
El cliente saca muchas conclusiones sobre la
calidad del servicio a partir de lo que ve. Cualquier cosa que el cliente vea,
sienta, toque, oiga o huela, en referencia a su negocio, es decisiva para crearse
una opinión. No se trata de hacer un gasto por capricho sino de una inversión
Sea
responsable:
En un hotel restaurante de Hungría, sobre
cada mesa hay dispuesto un reloj de arena que cuenta diez minutos. Si su comida
no le llega en ese lapso, no se le cobra. Le guste o no, estamos viviendo en
una época en que las cosas deben de hacerse al instante, y esto ocurre en todas
partes. Ser responsable significa ser accesible, tener disponibilidades y deseo
de ayudar al cliente para lo que sea.
Tenga
empatía:
Cada cliente es una persona en especial y
desea ser tratada como tal. Tiene una personalidad determinada y sus deseos y
razones para comprar son también determinadas. Esto significa si usted lo trata
de modo particular y le resuelve sus problemas concretos, esta persona seguirá
siendo cliente suyo. Tener empatía significa sintonizar con el cliente,
intentar conectar con su punto de vista y sentir lo que él siente. Esto
conlleva escucharle, hacerle las preguntas pertinentes, hablar su lenguaje y
adaptar sus servicios a ayudarle lo mejor que pueda. No lo trate del mismo modo
que quisiera usted que lo trataran. Él es una persona distinta, con problemas
distintos y con puntos de vista distintos. Trátelo, pues, del modo que desearía
ser tratado el mismo. El cliente compra por sus propias razones, no por las
nuestras
…A Robert Henry, tuvo una experiencia única. Cierto día, sobre la seis de la tarde, entró Robert en unos almacenes de Columbus, para comprar prismáticos. Cuando se acercó al mostrador del departamento notó que él era el único cliente que había en el establecimiento. Detrás del mostrador había dos encargadas. Una de ellas estaba tan preocupada hablando por teléfono y de seguro con el novio, la segunda al otro extremo sacando artículos de una caja. Poniéndose nervioso, Robert se acercó a la chica de los artículos y se paró ante ella. Por fin, alzando la cabeza y mirando a Robert le dijo: “¿tiene usted numero?”,
“¿si tengo que?” le contesta Robert
intentando de controlarse ante tal estupidez.
“si tiene usted un número. ¿Ha ido a recoger
un numero?”
“Señorita, ¡soy el único cliente en la
tienda! No necesito ningún número. ¿se da cuenta de lo ridículo que resulta
hacerme esta pregunta?”
La chica le respondió que no veía donde
estaba la ridiculez e insistió en que Robert debía recoger un numero antes de
poderlo atender. Por tal forma de proceder, Robert comprendió que para esta
gente era más importante atenerse a un procedimiento que ayudar a un cliente.
Por ello fue a la máquina, recogió el número 37 y regresó al mostrador.
Comprobando la chica que el último cliente al que se despachó llevaba el número
34, gritó:
“¡El 35!...¡el 35!...¡el 36! ...¡el 36!...¡el
37!
“yo tengo el 37” dijo Robert
“en que puedo ayudarle? Le respondió, sin
esbozar la más leve sonrisa
“en nada” respondió Robert dándose la vuelta
y salió de los almacenes.
El contacto crucial con el cliente es el que
se da a primera vista, pues si lo pierde, es probable que pierda al cliente
para siempre. Si un cliente le hace una pregunta que no puede contestar, sea
honesto y respóndale: “no lo sé, pero voy a averiguarlo y le daré una respuesta
lo más pronto posible”.
Dijo una vez un sabio: debemos aprender a
escuchar con tres oídos:
·
Escuchar
lo que nos dicen
·
Escuchar
lo que no nos dicen
· Escuchar
lo que la gente quisiera decir, que no sabe expresarlo en palabras
UN
CLIENTE A LA DEFENSIVA
El problema de un cliente contrariado son dos
en uno. En primer lugar tiene que tratar con la parte emocional del cliente y
luego intentar solucionar lo mejor posible el problema.
Mantenga
la calma: si usted tiene la razón, no tiene por qué perder los estribos. En
caso de que no la tenga, no se puede permitir perderlos. Como dijo Abigail Van
Buren “La gente que lucha contra el fuego con fuego, normalmente acaba en
cenizas”. Una de las peores cosas que puede usted hacer es discutir con el
cliente. Responda a su comentario diciendo “Siento que este usted molesto,
déjeme ver que podemos hacer para resolver este problema y haremos que
funcione”. Cuando un cliente hace una crítica, le está también dando una
información sin tomárselo como critica personal.
Escuche
con empatía y atienda los hechos: la gente que se siente molesta desea ser
escuchada y comprendida. Cuando este usted escuchando al cliente, busque los
argumentos “si estuviera en su caso también estaría furioso”…
El siguiente paso es convertirse en
solucionador, en caso de que todavía no haya identificado el problema empiece a
hacer preguntas adecuadas:
¿Qué
es lo que funciona mal?
¿Qué
hizo usted luego?
¿Quién
le dijo eso?...
Póngase
en acción para solucionar el problema: ofrézcale varias alternativas para que
pueda escoger, haga lo posible para ayudarle y ponerse en contacto con alguien
de confianza que pueda apoyar. Si la culpa es de la empresa de todas las
excusas posibles.
Cuando ofrezca usted soluciones al dilema,
especifíquelas de forma positiva. Dígale lo que se puede hacer: “El sábado
tenemos abierto hasta las…”
De
un final discreto: “¿Hay alguna otra cosa en que pueda ayudarle? Un cliente con
fuerte tendencia a enfadarse tiene también una fuerte tendencia a ser fiel.
Pero los clientes amables tranquilamente se marchan para no volver.
No espere ganar siempre: Lamentablemente habrá algunos que están siempre molestos, y solo se sienten satisfechos dando lata a los demás. Si un cliente muestra señales de violencia, no intente solucionar el problema usted solo, pida ayuda a su superior o a dirección. Como dijo Elliot Hubbard: “Cada hombre es un maldito loco durante cinco minutos al día. La sabiduría consiste en no exceder ese límite”.
RESUMEN
·
El
secreto para ganar y conservar clientes está en recompensarles
·
Olvídese
de vender. A la gente le gusta comprar, pero odia que le vendan. Concéntrese en
ayudar al cliente para que compre lo mejor para él.
·
El
mejor cliente que nunca habrá conseguido es usted mismo, porque el mejor
vendedor es quien firmemente cree en lo que hace.
·
Las
únicas dos cosas que la gente compra son: buenas emociones y soluciones a
problemas.
·
Siempre
que este usted en contacto con un cliente, usted es la empresa para el cliente.
·
Ar
un buen servicio al cliente no es suficiente. De forma sutil debe usted hacer
que sea consciente del buen servicio que está recibiendo.
·
Para
ganar clientes, haga la pregunta de oro ¿Cuál es el deseo oculto?
·
Para
conservarlos, haga la pregunta platino ¿Qué tal lo hacemos?, ¿De qué modo
podríamos mejorar?
·
Las
cinco mejores formas para conseguir que los clientes regresen son: sea formal,
sea sincero, sea atractivo, sea responsable, y sea empático. La formalidad hace
que el cliente regrese.
Para controlar cualquier momento de la
verdad, hágase a sí mismo la pregunta definitiva: ¿Cómo puedo contentar al
cliente por el hecho de haber recurrido a mí? Y ponga la respuesta en marcha.
El sistema de recompensa de triple ganancia
Implicaciones del principio de dirección más
grande del mundo:
·
Las
empresas que dan una excelente calidad de servicio, recompensan a sus empleados
por hacerlo.
·
Recompensar
al cliente es trabajo de todos. Del modo en que los clientes son tratados es un
reflejo directo de como los empleados son tratados.
LOS 10 MANDAMIENTOS DE LOS CLIENTES.
1. EL CLIENTE POR
ENCIMA DE TODO
Este es el símil del primero de los diez mandamientos de Dios "Amar a Dios sobre todas las cosas", en este caso es el cliente a quien debemos tener presente antes que nada.
2. NO HAY NADA IMPOSIBLE CUANDO SE QUIERE
A pesar de que muchas veces los clientes solicitan cosas casi imposibles, con un poco de esfuerzo y ganas de atenderlo muy bien, se puede conseguir lo que él desea.
3. CUMPLE TODO LO QUE PROMETAS
Este sí que se incumple (más que el de "No desearás a la mujer del prójimo", creo yo), son muchas las empresas que tratan, a partir de engaños, de efectuar ventas o retener clientes, pero ¿qué pasa cuando el cliente se da cuenta?
4. SOLO HAY UNA FORMA DE SATISFACER AL CLIENTE, DARLE MÁS DE LO QUE ESPERA
Es lógico, yo como cliente me siento satisfecho cuando recibo más de lo que esperaba. ¿Cómo lograrlo? conociendo muy bien a nuestros clientes y enfocándonos en sus necesidades y deseos.
5. PARA EL CLIENTE, TU MARCAS LA DIFERENCIA
Las personas que tienen contacto directo con los clientes tienen una gran responsabilidad, pueden hacer que un cliente regrese o que jamás quiera volver, ellos hacen la diferencia. Puede que todo "detrás de bambalinas" funcione a las mil maravillas pero si un dependiente falla, probablemente la imagen que el cliente se lleve de todo el negocio será deficiente.
6. FALLAR EN UN PUNTO SIGNIFICA FALLAR EN TODO
Como se expresaba en el punto anterior, puede que todo funcione a la perfección, que tengamos controlado todo, pero qué pasa si fallamos en el tiempo de entrega, si la mercancía llega averiada o si en el momento de empacar el par de zapatos nos equivocamos y le damos un número diferente, todo se va al piso. Las experiencias de los consumidores deben ser totalmente satisfactorias.
7. UN EMPLEADO INSATISFECHO GENERA CLIENTES INSATISFECHOS
Los empleados propios son "el primer cliente" de una empresa, si no se les satisface a ellos, cómo pretender satisfacer a los clientes externos, por ello las políticas de recursos humanos deben ir de la mano de las estrategias de marketing.
8. EL JUICIO SOBRE LA CALIDAD DE SERVICIO LO HACE EL CLIENTE
Aunque existan indicadores de gestión elaborados dentro de las empresas para medir la calidad del servicio, la única verdad es que son los clientes quienes, en su mente y su sentir, quienes lo califican, si es bueno vuelven y no regresan si no lo es.
9. POR MUY BUENO QUE SEA UN SERVICIO, SIEMPRE SE PUEDE MEJORAR
Aunque se hayan alcanzado las metas propuestas de servicio y satisfacción del consumidor, es necesario plantear nuevos objetivos, "la competencia no da tregua"
10. CUANDO SE TRATA DE SATISFACER AL CLIENTE, TODOS SOMOS UN EQUIPO
Los equipos de trabajo no sólo deben funcionar para detectar fallas o para plantear soluciones y estrategias, cuando así se requiera, todas las personas de la organización deben estar dispuestas a trabajar en pro de la satisfacción del cliente, trátese de una queja, de una petición o de cualquier otro asunto.
Este es el símil del primero de los diez mandamientos de Dios "Amar a Dios sobre todas las cosas", en este caso es el cliente a quien debemos tener presente antes que nada.
2. NO HAY NADA IMPOSIBLE CUANDO SE QUIERE
A pesar de que muchas veces los clientes solicitan cosas casi imposibles, con un poco de esfuerzo y ganas de atenderlo muy bien, se puede conseguir lo que él desea.
3. CUMPLE TODO LO QUE PROMETAS
Este sí que se incumple (más que el de "No desearás a la mujer del prójimo", creo yo), son muchas las empresas que tratan, a partir de engaños, de efectuar ventas o retener clientes, pero ¿qué pasa cuando el cliente se da cuenta?
4. SOLO HAY UNA FORMA DE SATISFACER AL CLIENTE, DARLE MÁS DE LO QUE ESPERA
Es lógico, yo como cliente me siento satisfecho cuando recibo más de lo que esperaba. ¿Cómo lograrlo? conociendo muy bien a nuestros clientes y enfocándonos en sus necesidades y deseos.
5. PARA EL CLIENTE, TU MARCAS LA DIFERENCIA
Las personas que tienen contacto directo con los clientes tienen una gran responsabilidad, pueden hacer que un cliente regrese o que jamás quiera volver, ellos hacen la diferencia. Puede que todo "detrás de bambalinas" funcione a las mil maravillas pero si un dependiente falla, probablemente la imagen que el cliente se lleve de todo el negocio será deficiente.
6. FALLAR EN UN PUNTO SIGNIFICA FALLAR EN TODO
Como se expresaba en el punto anterior, puede que todo funcione a la perfección, que tengamos controlado todo, pero qué pasa si fallamos en el tiempo de entrega, si la mercancía llega averiada o si en el momento de empacar el par de zapatos nos equivocamos y le damos un número diferente, todo se va al piso. Las experiencias de los consumidores deben ser totalmente satisfactorias.
7. UN EMPLEADO INSATISFECHO GENERA CLIENTES INSATISFECHOS
Los empleados propios son "el primer cliente" de una empresa, si no se les satisface a ellos, cómo pretender satisfacer a los clientes externos, por ello las políticas de recursos humanos deben ir de la mano de las estrategias de marketing.
8. EL JUICIO SOBRE LA CALIDAD DE SERVICIO LO HACE EL CLIENTE
Aunque existan indicadores de gestión elaborados dentro de las empresas para medir la calidad del servicio, la única verdad es que son los clientes quienes, en su mente y su sentir, quienes lo califican, si es bueno vuelven y no regresan si no lo es.
9. POR MUY BUENO QUE SEA UN SERVICIO, SIEMPRE SE PUEDE MEJORAR
Aunque se hayan alcanzado las metas propuestas de servicio y satisfacción del consumidor, es necesario plantear nuevos objetivos, "la competencia no da tregua"
10. CUANDO SE TRATA DE SATISFACER AL CLIENTE, TODOS SOMOS UN EQUIPO
Los equipos de trabajo no sólo deben funcionar para detectar fallas o para plantear soluciones y estrategias, cuando así se requiera, todas las personas de la organización deben estar dispuestas a trabajar en pro de la satisfacción del cliente, trátese de una queja, de una petición o de cualquier otro asunto.
Amén.
Fuente: Mi imaginación, mi proyecto de tesis y este libro.
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