CIUDAD DE MÉXICO (02/ENE/2014).- Ahorrar trae beneficios como salir de apuros cuando un gasto imprevisto nos hace su presa, nos da la alegría de comprar un coche, una casa o simplemente ir de vacaciones. Sin embargo, guardar el dinero cuesta mucho.
Más allá de abrir una cuenta de ahorros, se necesitan acciones prácticas para lograrlo.
1) Ahorrar una cantidad fija al mes. Tal vez el principio de todo ahorro es el que más trabajo cuesta, pues tienes que desprenderte de una cantidad fija al mes. No lo veas como una carga, sino como una inversión. Ten en cuenta que una vez que decidas qué cantidad es la que vas ahorrar mensualmente, a la larga te traerá beneficios.
Busca una cantidad acorde a tu sueldo o ingreso, de tal forma que no te descapitalices. Para esto es aconsejable hacer un análisis de tus gatos y saber con cuánto dinero te quedas. Trata de cortar los gastos innecesarios.
2) Gasta menos. Este punto es la continuación del primero. Ya que sabes a cuánto ascienden tus gastos mensuales, es hora de tratar de no gastar nada más por gastar. Si tienes la costumbre de pasar por la tiendas y comprar algo que no necesitas, omítelo, para que tu dinero te rinda más. Como consecuencia, tus ingresos serán más abundantes y podrás destinar una cantidad mayor al horro.
3) Disminuye los gastos diarios. ¿Te has preguntado cuánto gastas diariamente? Si haces cuentas, te sorprenderás. Si trabajas, muchas veces prefieres comer en la calle que llevar comida de tu casa. Así destinas de 30 a 100 pesos por comida cada día.
También el uso del celular se vuelve un suplicio, pues los gastos por las largas llamadas cobran factura. Lo recomendable es no excederse en los gastos diarios y buscar alternativas para disminuirlos.
4) Piensa a largo plazo. El segundo error más frecuente es pensar sólo en el presente, en lo que compras hoy con un monto determinado. Si, por ejemplo, sólo puedes ahorrar 500 pesos al mes (¡excelente!), en un año reunirías seis mil pesos; en tres, 18 mil pesos y en cinco años, 30 mil pesos, más los intereses generados por una buena inversión.
Para tener éxito en el ahorro piensa a mediano y largo plazo: mínimo 12 meses. Recuerda que más importante que el monto es la constancia. Si no puedes guardar ni los 500 pesos del ejemplo, no importa, ahorra lo que esté dentro de tus posibilidades y haz cuentas para que sepas cuánto podrías reunir. Al final recibirás grandes satisfacciones.
5) Evita las deudas. El problema de muchos es que en ocasiones nos endeudamos de más. Un mal uso de las tarjetas de crédito lleva a esto. Se les da un mal uso al pensar que son una extensión del sueldo, cuando no es así.
Para no caer en esto, es recomendable saber usar la tarjeta, es decir, usarla sólo cuando sabemos que el producto en cuestión no nos "comerá" con la deuda. Recuerda que todo hay que hacerlo de acuerdo a tus ingresos.
6) Disminuye las tarjetas de crédito. Probablemente muchos de nosotros hemos cometido el error de manejar infinidad de tarjetas de crédito. Esto, a la larga, nos acarrea grandes deudas, porque entre más crédito tenemos, más gastamos. De primera instancia se recomienda usar sólo una tarjeta de crédito, para no endeudarse de más.
7) Define un objetivo. Ahorrar con un fin determinado (el capital inicial para arrancar tu negocio, vacaciones al extranjero, una maestría, el enganche de una casa) es el mejor incentivo. Es preferible iniciar con metas a corto plazo (entre tres y seis meses), así los beneficios alcanzados reforzarán el hábito del ahorro.
Tras alcanzar un par de objetivos de corto alcance intenta otro de mediano plazo (uno a tres años), para finalmente asumir un reto de largo aliento: comprar una casa, pagar un seguro de estudios para los hijos, etc.
Para lograr los objetivos es muy importante elaborar un proyecto financiero, que consiste en definir tres aspectos: ¿Qué quiero? ¿En cuánto tiempo? ¿Cuánto debo destinar al mes para reunir esa cantidad?
8) Incrementa el ahorro y no el gasto. Otro error muy frecuente es cuando hay un aumento de sueldo o un ingreso extra. Lo primero que pensamos es: dinero igual a más gastos, pero no. Recuerda que es mejor destinar una cantidad mayor al ahorro. Al final, la satisfacción será más grande.
9) Vale la pena plantearse: si hasta antes del aumento en los recursos, tú o tu familia vivían con, digamos, 12 mil pesos al mes, no hay razón para que no puedan seguir cubriendo sus necesidades con la misma cantidad. Quizá la mejor opción sea destinar 50 por ciento del dinero extra al ahorro y el otro 50 por ciento al gasto corriente.
10) Invierte. Ahorrar e invertir no son sinónimos. Tener el dinero en una cuenta bancaria es casi como guardarlo debajo del colchón, en cuanto a intereses generados se refiere. El dinero termina perdiendo valor adquisitivo por efectos de la inflación.
Por fortuna, existen en el mercado diversas opciones de inversión redituables que se ajustan a diferentes necesidades y presupuestos. No se necesitan millones para invertir en ellas. Algunas inician con 10 mil pesos.
El siguiente paso natural tras lograr ahorrar durante uno o dos años es la inversión. Si tú trabajas con empeño, ¿por qué tu dinero no?
Rompe con los mitos. La falta de información es tierra fértil para la generación de mitos. Algunos de los más frecuentes en torno al dinero, son:
El ahorro es sólo para quienes tienen ingresos elevados.
Se necesitan millones para invertir en el mercado de dinero.
De nada sirve ahorrar 100 pesos.
Las cuentas bancarias son una buena opción para invertir.
Comprar a crédito es la única manera de adquirir bienes y servicios.
Más allá de abrir una cuenta de ahorros, se necesitan acciones prácticas para lograrlo.
1) Ahorrar una cantidad fija al mes. Tal vez el principio de todo ahorro es el que más trabajo cuesta, pues tienes que desprenderte de una cantidad fija al mes. No lo veas como una carga, sino como una inversión. Ten en cuenta que una vez que decidas qué cantidad es la que vas ahorrar mensualmente, a la larga te traerá beneficios.
Busca una cantidad acorde a tu sueldo o ingreso, de tal forma que no te descapitalices. Para esto es aconsejable hacer un análisis de tus gatos y saber con cuánto dinero te quedas. Trata de cortar los gastos innecesarios.
2) Gasta menos. Este punto es la continuación del primero. Ya que sabes a cuánto ascienden tus gastos mensuales, es hora de tratar de no gastar nada más por gastar. Si tienes la costumbre de pasar por la tiendas y comprar algo que no necesitas, omítelo, para que tu dinero te rinda más. Como consecuencia, tus ingresos serán más abundantes y podrás destinar una cantidad mayor al horro.
3) Disminuye los gastos diarios. ¿Te has preguntado cuánto gastas diariamente? Si haces cuentas, te sorprenderás. Si trabajas, muchas veces prefieres comer en la calle que llevar comida de tu casa. Así destinas de 30 a 100 pesos por comida cada día.
También el uso del celular se vuelve un suplicio, pues los gastos por las largas llamadas cobran factura. Lo recomendable es no excederse en los gastos diarios y buscar alternativas para disminuirlos.
4) Piensa a largo plazo. El segundo error más frecuente es pensar sólo en el presente, en lo que compras hoy con un monto determinado. Si, por ejemplo, sólo puedes ahorrar 500 pesos al mes (¡excelente!), en un año reunirías seis mil pesos; en tres, 18 mil pesos y en cinco años, 30 mil pesos, más los intereses generados por una buena inversión.
Para tener éxito en el ahorro piensa a mediano y largo plazo: mínimo 12 meses. Recuerda que más importante que el monto es la constancia. Si no puedes guardar ni los 500 pesos del ejemplo, no importa, ahorra lo que esté dentro de tus posibilidades y haz cuentas para que sepas cuánto podrías reunir. Al final recibirás grandes satisfacciones.
5) Evita las deudas. El problema de muchos es que en ocasiones nos endeudamos de más. Un mal uso de las tarjetas de crédito lleva a esto. Se les da un mal uso al pensar que son una extensión del sueldo, cuando no es así.
Para no caer en esto, es recomendable saber usar la tarjeta, es decir, usarla sólo cuando sabemos que el producto en cuestión no nos "comerá" con la deuda. Recuerda que todo hay que hacerlo de acuerdo a tus ingresos.
6) Disminuye las tarjetas de crédito. Probablemente muchos de nosotros hemos cometido el error de manejar infinidad de tarjetas de crédito. Esto, a la larga, nos acarrea grandes deudas, porque entre más crédito tenemos, más gastamos. De primera instancia se recomienda usar sólo una tarjeta de crédito, para no endeudarse de más.
7) Define un objetivo. Ahorrar con un fin determinado (el capital inicial para arrancar tu negocio, vacaciones al extranjero, una maestría, el enganche de una casa) es el mejor incentivo. Es preferible iniciar con metas a corto plazo (entre tres y seis meses), así los beneficios alcanzados reforzarán el hábito del ahorro.
Tras alcanzar un par de objetivos de corto alcance intenta otro de mediano plazo (uno a tres años), para finalmente asumir un reto de largo aliento: comprar una casa, pagar un seguro de estudios para los hijos, etc.
Para lograr los objetivos es muy importante elaborar un proyecto financiero, que consiste en definir tres aspectos: ¿Qué quiero? ¿En cuánto tiempo? ¿Cuánto debo destinar al mes para reunir esa cantidad?
8) Incrementa el ahorro y no el gasto. Otro error muy frecuente es cuando hay un aumento de sueldo o un ingreso extra. Lo primero que pensamos es: dinero igual a más gastos, pero no. Recuerda que es mejor destinar una cantidad mayor al ahorro. Al final, la satisfacción será más grande.
9) Vale la pena plantearse: si hasta antes del aumento en los recursos, tú o tu familia vivían con, digamos, 12 mil pesos al mes, no hay razón para que no puedan seguir cubriendo sus necesidades con la misma cantidad. Quizá la mejor opción sea destinar 50 por ciento del dinero extra al ahorro y el otro 50 por ciento al gasto corriente.
10) Invierte. Ahorrar e invertir no son sinónimos. Tener el dinero en una cuenta bancaria es casi como guardarlo debajo del colchón, en cuanto a intereses generados se refiere. El dinero termina perdiendo valor adquisitivo por efectos de la inflación.
Por fortuna, existen en el mercado diversas opciones de inversión redituables que se ajustan a diferentes necesidades y presupuestos. No se necesitan millones para invertir en ellas. Algunas inician con 10 mil pesos.
El siguiente paso natural tras lograr ahorrar durante uno o dos años es la inversión. Si tú trabajas con empeño, ¿por qué tu dinero no?
Rompe con los mitos. La falta de información es tierra fértil para la generación de mitos. Algunos de los más frecuentes en torno al dinero, son:
El ahorro es sólo para quienes tienen ingresos elevados.
Se necesitan millones para invertir en el mercado de dinero.
De nada sirve ahorrar 100 pesos.
Las cuentas bancarias son una buena opción para invertir.
Comprar a crédito es la única manera de adquirir bienes y servicios.
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