¿Quién fue Jakob Fugger?

Fue uno de los más ricos de la historia de Europa. Hizo ciertos negocios con el Vaticano y Reyes que lo hicieron aun más. Esta peculiar persona no es tan famosa pero lo que hizo me impactó.
Cualquier estudiante de Economia y Administración tiene que leer esto:

Jakob Fugger

 (6 de marzo de 1459 en Augsburgo30 de diciembre de 1525 en Augsburgo) conocido como Jakob Fugger el Rico (y ocasionalmente también el Joven), fue el banquero y comerciante más rico y conocido de Europa en su tiempo. 
Su habilidoso aprovechamiento de los recursos naturales consiguieron para su empresa el monopolio del mercado del cobre en Europa y plantaron los cimientos del reconocimiento internacional y la riqueza de la empresa familiar Fugger.
Entre sus clientes bancarios estaban la alta nobleza, las casas reales europeas y la Iglesia católica. Subvencionó guerras y elecciones de reyes, asegurando así a sus negocios un rápido crecimiento y ejerciendo mediante la financiación un influjo político considerable. Su fortuna, que para los estándares actuales alcanzaría una cuantía apenas imaginable, le granjeó el sobrenombre de «el Rico».

Jakob Fugger fue el noveno de diez hijos. Los Fugger, la segunda generación que vivía en Augsburgo, eran prósperos comerciantes con prestigio en la ciudad. De procedencia humilde, pues era hijo de un tejedor, Jakob Fugger el viejo consiguió, ocho años antes de su muerte, ser uno de los doce hombres más ricos de Augsburgo. 
La sucesión en los negocios de la familia parecía asegurada con los cinco hermanos mayores, así que los padres decidieron que Markus y su hermano Jakob, los más jóvenes, debían seguir una carrera clerical.
Ambos fueron educados en un monasterio y Jakob fue nombrado pronto canónigo en el monasterio franciscano de Herrieden, mientras ocurrían muchas vicisitudes a los gerentes del negocio familiar. Sus hermanos Andreas y Hans murieron durante su aprendizaje en Venecia a causa de una fiebre en la década de 1460. En 1469 falleció su padre y en 1473 Peter Fugger, el cabeza de la rama de Núremberg de la familia. Como en 1478 murió también su hermano Markus, que entonces manejaba los intereses de la familia en Roma, y Ulrich quedó como cabeza de familia, su hermano Jakob volvió del monasterio para ocuparse de los negocios.
Su primer año de aprendizaje lo pasó en Italia en los importantes centros de negocio de RomaVenecia y Florencia. En el Fondaco dei Tedeschi, las oficinas alemanas en Venecia, aprendió la nueva contabilidad por partida doble, tuvo contactos junto con su hermano Ulrich con los Médici y el Vaticano y conoció de primera mano las sutiles conexiones comerciales entre los comerciantes, los príncipes y la iglesia. Desde esta estancia en Italia firmó sus cartas comerciales con el nombre de «Jacobo». Introdujo las técnicas modernas de contabilidad en las cuentas de los Fugger.



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us primeras actividades en los negocios se desarrollaron en el mercado de los metales nobles, que en su opinión tenía un gran futuro. Los trabajadores autónomos de las  minas de 
plata de Salzburgo, que tenían necesidades constantes de capital, le tomaron dinero prestado. Jakob Fugger expendió boletos de deuda—una práctica habitual—pero pidió participaciones en la minería con las que pudo introducirse en los negocios mineros del valle de Gastein y Schadming que le vendían la plata a los Fugger, eliminando así los intermediarios.
La prosperidad de su primer negocio le dio seguridad y a partir de 1485 asumió la dirección de la factoría de Innsbruck y dirigió su atención hacia varias minas productivas de plata del Tirol. El archiduque Segismundo gobernaba la rica zona minera de Schwaz y tenía como único propietario de las regalías a un arrendatario minero privado, que le daba a cambio a Segismundo una parte del usufructo. Aunque esta asociación le reportaba ganancias al archiduque, que para los estándares de aquella época eran enormes, siempre se encontraba corto de fondos. Su derrochadora corte mantenía a 40 hijos bastardos y una intensa actividad constructora, lo cual hacía que tuviera que pedir préstamos continua e inevitablemente. Finalmente tuvo que pagar una indemnización de 100.000 florines a causa de una guerra con Venecia y Jakob Fugger fue su prestamista por primera vez. En 1488 la deuda del archiduque con Fugger ascendía a más de 150.000 florines. El método de pago elegido fue notable. Fugger pagaría el dinero, no al propio príncipe, sino directamente a los acreedores. La casa real, los artesanos y los soldados del archiduque recibirían su dinero directa y puntualmente de Fugger, que en contrapartida recibiría, además de las deudas del archiduque, sus garantías sobre los altos funcionarios, y especialmente sobre las ricas concesiones mineras del Tirol. De esta manera obtuvo las conexiones necesarias que le permitieron conseguir poco después el monopolio sobre la plata del Tirol para la familia Fugger. En consecuencia, los Fugger pasaron a comprar el marco de plata a cinco florines y revenderlo a ocho en la casa de la moneda de Hall in Tirol. En la casa de la moneda, que también estaba a cargo de Jakob, duplicaba su valor al alearlo con cobre. 

Jakob Fugger fue el banquero y consejero de Maximiliano I. Jakob Fugger se encontró con el joven Kaiser por primera vez en 1489 en la Feria de Frankfurt. En esa época su plan concerniente al ducado del Tirol ya estaba acordado con el canciller del rey Johann Waldner. El 16 de marzo de 1490 el duque Segismundo y los estados tiroleses se reunieron, y no fue una coincidencia que Maximiliano I estuviese presente. Ante la presión del concilio, que le acusó de mal gobernante, Segismundo tuvo que abdicar en favor de Maximiliano, con lo que pasaron a este último todos los créditos del príncipe.
De esta forma fueron los Fugger unos de los prestamistas más importantes de Maximiliano, que tras la muerte de su padre Federico III le sucedería como Emperador del Sacro Imperio. En comparación con el duque Segismundo, Maximiliano gastaba mucho más. En consecuencia, la sociedad entre el hábil banquero y el príncipe siempre necesitado de financiación era idónea.
El 15 de julio de 1507 el empeñó a Jakob Fugger el condado de Kirchberg, la ciudad de Weißenhorn y los señorío de Senden, Pfaffenhofen an der Roth y otras posesiones de los Habsburgo en Austria Anterior.
En los pocos años siguientes Jakob Fugger se volvió un prestamista indispensable para el emperador. Para no depender demasiado de una sola persona, procuró obtener dinero de otros hombres de negocios, de lo que estaba enterado Jakob. Con la amenaza de cobrar los créditos de repente, dejándole fuera así de la lucrativa asociación en el Tirol, forzando al emperador a abandonar las negociaciones y convirtiéndose en los años siguientes en el único prestamista de importancia del emperador. En los años siguientes sería particularmente la minería lo que le proporcionó mayores beneficios. Como garantía de los préstamos que concedía al emperador y a otros señores, pedía que se le concedieran derechos de explotación o prospección mineros. De esta manera consiguió finalmente para los Fugger el monopolio de la minería de plata en Europa.

En 1498 se casó con Sibylle ArtztNo se sabe si Sibylle fue feliz. Lo que es seguro es que Jakob pasó mucho tiempo en su Kontor y en viajes de negocios y por lo tanto pasó poco tiempo con ella, lo que trató de compensar mediante caros y sofisticados regalos. Sybille no tuvo hijos con él, y siete semanas después de la muerte de Jakob se casó con Konrad Rehlinger.

Aunque los hermanos Fugger obtenían una cantidad de dinero formidable, ésta no era suficiente para satisfacer las necesidades del Emperador. Los Fugger actuaban también como banqueros y especialmente como administradores de propiedades. Uno de sus clientes más importantes y provechosos fue Melchor de Meckau, que de 1488 a 1509 fue obispo de Brixen. Sus intereses eran de 100.000 florines en 1479, y a su muerte en Roma habían crecido hasta los 300.000. El impago de esta suma habría significado la bancarrota de los Fugger. En esta situación se puso de manifiesto la importancia del apoyo político que el Emperador proporcionaba a su prestamista. 
Cuando Maximiliano I apoyó al Papa Julio II en su conflicto con Venecia, fue nombrado heredero del Cardenal Melchor—aunque su herencia se redujo súbitamente a 100.000 florines—, y su herencia pudo ser reclamada y obtenida por los Fugger.
Ese mismo año (1509) el Emperador requirió una compensación por la ayuda prestada, y Jakob Fugger correspondió financiando con 170.000 florines la Guerra de la Liga de Cambrai.
En 1511, tras la muerte de su hermano Ulrich, Jakob quedó como director en solitario de la empresa Fugger. El grupo fue renombrado como «Jakob Fugger und Gebrüder Söhne» y hasta su muerte dispuso de todo el capital de la casa.
Ese mismo año fue hecho miembro de la nobleza y en 1514 fue nombrado conde—conviertiéndose así en el primer comerciante que lo lograba—(conde de Kirchberg). 

Tras la muerte del papa Alejandro VI en agosto de 1503, Jakob Fugger intensificó su contacto con la Iglesia Católica. Financió a su sucesor, Julio II, la soldada de la Guardia Suiza.
Como uno de los principales banqueros de Europa y mediante su estrecho contacto con el vaticano consiguió tomar parte también en la venta de indulgencias. Mediante simonía situó en dos arzobispado a Alberto de Brandeburgo en 1515 le adelantó más de 48.000. Para poder pagar la deuda con el Papa por la acumulación de cargos, León X le permitió vender indulgencias quedándose él con la mitad de los beneficios. Los representantes de los Fugger acompañaban a los predicadores para recibir su parte. Aunque desde el punto de vista económico los beneficios para Fugger eran insignificantes, pues en los años siguientes contribuyeron a desencadenar la Reforma Protestante. El comportamiento del encomendado a dirigir a los predicadores de indulgencias, el dominico Johann Tetzel, motivó a Martín Lutero a publicar Las 95 tesis. En 1520 Lutero redactó su A la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana, en el que atacaba personalmente a Jakob Fugger «verdaderamente se le debe poner a Fugger y a tales compañías una brida en la boca».

Tras el descubrimiento de Vasco de Gama en 1498 de una vía marítima hacia la India, que le dio el monopolio del comercio de especias a Portugal, Jakob Fugger participó de este lucrativo negocio. Los comerciantes de tendencia conservadora confiaban en la ruta comercial tradicional del Levante mediterráneo que conectaba la Ruta de la seda con Venecia. Jakob Fugger, por el contrario, desvió su atención hacia la nueva ruta descubierta y consiguió el 3 de octubre de 1503 un permiso de la Casa de Indias para abrir un puesto comercial en Lisboa para comerciar con especias como la pimienta y otros bienes como perlas y gemas. Apenas dos años más tarde la casa Fugger financió, junto a otras casas de comercio, el primer viaje a la India. Las tres naves partieron de Lisboa en abril de 1505 y llegaron a la costa oeste de la India el 13 de septiembre ese año. El viaje terminó en 1506 en Lisboa y aunque el rey de Portugal se quedó con un un tercio de la mercancía, reportó una ganancia neta del 175%.

El Emperador Maximiliano murió en enero de 1519 y le dejó a su nieto y heredero Carlos las tierras de los Habsburgo, la Circunscripción de Borgoña, una disputada opción de sucesión a la corona de emperador y una montaña de deudas con Jakob Fugger. Para asegurar políticamente a largo plazo sus inversiones, Fugger ayudó al pretendiente a la corona en su elección como emperador. La candidatura de Carlos transfirió la suma de 852.000 florines en concepto de sobornos, a los príncipes electores. El candidato contrario, el Rey Francisco I de Francia, no pudo decantar la balanza a su favor, pues sólo ofreció 300.000 florines. De la suma total, los Fugger aportaron casi dos tercios, 544.000 florines, mientras que el resto lo aportaron la Familia Welser y la banca italiana. De esta forma, el nuevo emperador, en cuyo reino «nunca se ponía el sol», quedaba profundamente en deuda con los Fugger.
Las primeras exigencias no se hicieron esperar mucho. En la Dieta de Worms el Emperador saldó una considerable parte de su deuda mediante la asignación de las minas españolas de cobre, sal y oro. Dos años más tarde, cuando la dieta de Nuremberg de 1523 discutía las limitaciones de los comerciantes, Jakob Fugger le recordó a su emperador su ayuda en la elección:
Es bien sabido, y puedo hacerlo patente, que V. M. I. no hubiera obtenido sin mi ayuda la Corona del Imperio, lo que puedo probar por medio de los manuscritos de los comisarios de V. M. I., y que no he hecho esto en ventaja mía lo demuestra que de favorecer a Francia en perjuicio de la Casa de Austria, hubiera adquirido grandes bienes y riquezas que se me habían ofrecido. Los perjuicios que habrían resultado de ello para la Casa de Austria quedan bien patentes para la alta inteligencia de V. M. I.
Jakob Fugger a Carlos I de España6
A causa de la deuda que Carlos tenía con Fugger, este último se aseguró de que su monopolio no se vería limitado.
Su tiempo estuvo marcado por las enormes diferencias entre ricos y pobres. Más del 90% de la población no tenía apenas dinero, vivía entre calamidades y estaban explotados por los señores. En toda Alemania había revueltas de campesinos y artesanos. Para mejorar la situación social y buscar su salvación, creó el llamado Fuggerei, una zona residencial con viviendas sociales para los pobres de Augsburgo. El alquiler era de un florín renano al año (0.88  actuales). Además impulsó la creación de la «Fugerkapelle» en la Iglesia de Santa Ana de Agusburgo.

Jakob Fugger murió el 30 de diciembre de 1525, cuando era uno de los hombres más ricos de Europa. A su muerte, su herencia ascendía a un activo de 3.000.058 florines, un pasivo de 867.797 florines y por lo tanto un capital neto de más de 2.1 millones de florines.7 La conversión de esta cantidad a valores actuales es, a causa de la adopción del estándar oro en el sistema monetario y los cambios macroeconómicos sólo a duras penas posible. La conversión teniendo en cuenta sólo el precio actual del oro sería de aproximadamente 125 millones de €.
Como no tenía ningún descendiente, la compañía y su patrimonio pasaron a sus sobrinos Raymund y Anton Fugger. Anton Fugger consiguió doblar el capital en 1546, pero bajo su dirección ya empezó el declive de los Fugger. A su muerte en 1560 su patrimonio era de más de cinco millones de florines, y consistía casi exclusivamente en deudas a pagar por Felipe II, que en 1557 declaró la bancarrota de España, con lo que consiguió deshacerse de parte de la deuda que tenía con los Fugger.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Jakob_Fugger

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